La autopsia revela que la muerte del pequeño Mohamed no fue accidental
Como causa de la muerte se baraja un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente. Fuentes próximas a la investigación han revelado que estas circunstancias evidencian la participación de una tercera persona.
La Policía Nacional ha interrogado en las últimas horas a los menores que acompañaron a Mohamed Abdeselam, el niño de 8 años que fue encontrado sin vida a primeras horas de la mañana de este lunes en un terraplén de la barriada de Loma Colmenar de Ceuta.
La investigación policial abierta incluye el testimonio ofrecido por los niños que estaban jugando con el menor en el polideportivo próximo a su vivienda y donde desapareció en la tarde del domingo, según han confirmado a EFE fuentes policiales.
Los menores han prestado declaración, al igual que otros amigos y vecinos de la zona, para intentar conseguir datos sobre las últimas horas de vida del niño, que había abandonado su domicilio para jugar al fútbol sala junto a sus amigos del barrio.
El Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta se ha hecho cargo del caso y lo mantiene bajo secreto del sumario con la intención de no entorpecer la labor policial.
Todas las hipótesis permanecen abiertas aunque la muerte por la implicación de una tercera persona es la que cobra más fuerza, después de haberse determinado de que su fallecimiento no se produjo por un accidente.
La autopsia practicada al cuerpo del pequeño Mohamed Abdeselam ha confirmado que el niño falleció de una forma no accidental y que presuntamente se produjo consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente.
Fuentes próximas a la investigación han revelado a EFE esta circunstancia que evidencia la participación de una tercera persona y confirma que el fallecimiento del niño no se produjo de forma accidental, como se había barajado dentro de las hipótesis abiertas.
Los familiares habían asegurado este mismo martes estar convencidos de que la muerte no había sido accidental según ha manifestado tanto el padre del menor, Abdelmalik Abdeselam, como otros familiares del pequeño.
Los familiares también han concretado que vecinos de la zona han advertido de la presencia de un hombre que merodeó por la barriada y que entraba y salía del interior de un vehículo abandonado en el lugar.
Mohamed Abdeselam era el más pequeño de cuatro hermanos (tenía dos hermanos mayores de 18 y 21 años y otra hermana de 14) y cursaba 3º de Primaria en el colegio Severo Ochoa, que este martes ha lucido una bandera de España en su fachada con un crespón negro en señal de duelo.
