El Gobierno tiene hasta diciembre para dar el visto bueno a la compra, ya que se trata de un sector estratégico.
El desembarco del fondo Saudi Telecom en Telefónica ha puesto en guardia a Bruselas. Las autoridades comunitarias han encargado un informe sobre lo que implica que una empresa de Arabia Saudí sea propietaria de compañías estratégicas en Europa, como es el caso.
El grupo ha cerrado una operación de compra del 9,9 por ciento de las acciones de Telefónica, un movimiento anunciado esta semana, aunque lleva tiempo fraguándose.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, ha asegurado que el Gobierno no tiene prevista ninguna reunión con las autoridades de Arabia Saudí para tratar esta operación, que se conoció el martes y de la que se informó a Moncloa ese mismo día.
"Los españoles pueden estar muy tranquilos, porque el Gobierno va a velar siempre, como ha venido haciendo en todos los ámbitos, y va a seguir haciéndolo en este caso y en cualquier otro caso, por los intereses estratégicos de las empresas españolas y por los intereses estratégicos de España", ha zanjado.
El hecho de que la compra no llega al 10 por ciento del capital total eximiría al grupo español de obtener el visto bueno de las autoridades, tanto nacionales como comunitarias. Sin embargo, esta luz verde es obligatoria, ya que se trata de una firma que trabaja en un sector de alto valor estratégico.
Telefónica trabaja para el Ministerio de Defensa y maneja millones de datos. Por eso el Gobierno tiene de plazo hasta diciembre para dar el visto bueno a la operación.