Inés Arrimadas ha abierto una nueva página en Cs tras cerrar en esta V Asamblea General la etapa de Albert Rivera y lo ha hecho reconociendo los errores que desembocaron en el desastre del 10N, pero con la confianza en recuperar al electorado perdido con un partido que sale "más unido y fuerte que nunca".
"Podemos tener un proyecto invencible que vuelva a ilusionar a todos los españoles", ha dicho Arrimadas en este congreso telemático que se cierra hoy tras cuatro días de trabajos.
En apenas quince minutos de intervención, ha hablado varias veces de errores cometidos, pero también ha recalcado que ninguna otra fuerza política ha pagado tanto esas equivocaciones: "Las hemos pagado en las urnas y las hemos pagado con dimisiones sin precedentes".
Al contrario que Albert Rivera, que se refirió a ella de refilón y solo para desearle "suerte y acierto" en la inauguración de la asamblea, ella sí ha tenido palabras de elogio hacia el que fuera líder de Cs desde 2006, al subrayar, entre otras cosas, que fue "un hombre de Estado, un valiente que supo empezar este proyecto".
También ha dedicado un momento para agradecer la actitud de su rival en las primarias, Francisco Igea, al que barrió con un 77 % de apoyo de la afiliación, y que entonces era una de las voces más duras contra ella.
La V Asamblea General aprobó la nueva estrategia de Cs, que resitúa a la formación naranja en el centro tras un año recordado por el "veto" a Pedro Sánchez y las negociaciones indirectas con Vox, y también han sido avalados los nuevos estatutos del partido que, si bien dan más cancha a la militancia, se mantiene como una fuerza política muy controlada desde Madrid.
Ambos documentos, que se sometieron a la votación de los compromisarios, consiguieron el respaldo de más del 90 por ciento y se incorporaron algunas enmiendas (nueve en la ponencia de estrategia y seis en la de Estatutos).