Alfredo Casares es el impulsor de un instituto especializado en una nueva corriente de comunicación social. En Despierta Andalucía nos explica en qué consiste: "No es buenismo, no se trata de edulcorar la realidad, sino de estar mejor informados".
Alfredo Casares es el fundador y director del Instituto de Periodismo Constructivo, nacido de una corriente global que aspira a diseñar una nueva forma de contar el mundo a los ciudadanos.
En Despierta Andalucía nos ha explicado en qué consiste este proyecto, este concepto de periodismo constructivo: “es buen periodismo, no es buenismo, no trata de edulcorar la realidad ni hacernos más felices, sino que estemos mejor informados. No es una alternativa al periodismo que ya se hace, que hay muy buen periodismo, y no trata de sustituir nada. Lo que trata fundamentalmente es ofrecer una imagen de la realidad más completa de la que hoy probablemente estamos ofreciendo los medios, porque tendemos a fijarnos en una parte especialmente, en lo más negativo, en lo más catastrófico, en los problemas como irresolubles”.
Y por el contrario, explica Casares, el periodismo constructivo trata, precisamente, de “enfocarnos, además de en los problemas, en las iniciativas que hay en marcha para resolverlos y darles visibilidad, y aprender de ellas, y poder obtener esperanza, rigurosa y basada en datos”. Es también, añade, una nueva forma de comunicación que “trata de favorecer la escucha, la conversación, que hoy también nos falta en parte”.
La creación del Instituto de Periodismo Constructivo por parte de Alfredo Casares nace después de años de experiencia en el mundo de la comunicación en España y en Estados Unidos. “Durante años pensé que ese papel de vigilante y de perro guardián de la democracia era el único papel del periodismo, pero me di cuenta que (...) hay algo más que la sociedad necesita de nosotros”.
Primero publicó un libro sobre el periodismo constructivo y más tarde creó el instituto, al que ya se han sumado más de 300 profesionales.
“Es un desafío global, hay un exceso de información clarísimo, hay una bajada de confianza en los medios, del interés por las noticias en España”, dice Casares, quien alerta de la desafección de los ciudadanos por los medios de comunicación tradicionales porque “a la gente le afecta en su estado de ánimo y le hace sentir impotente”.
Ante esta situación, Casares cree que es “necesario que el periodismo se replantee cuál es su papel hoy, que probablemente no es el mismo que hace 25 años. Y que además sume a la ciudadanía a ese debate, porque los periodistas no somos los únicos que tenemos algo que decir en el periodismo que necesitamos. Si es un servicio público la ciudadanía tendrá que decir cómo nos ve y que necesita de nosotros”.
En cuanto a los llamados “pseudomedios”, Casares alerta de que el “el ámbito digital permite que, sin demasiados recursos y usando las redes sociales como amplificador, se puedan cometer tropelías” y defiende que “no se puede confundir la crítica periodística legítima y necesaria en democracia con la desinformación”.