LOS REPORTEROS
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Agresiones "invisibles": sumisión química

En torno al 35% de las agresiones sexuales se producen actualmente por sumisión química, un delito que las expertas enmarcan en la violencia de género.

La víctimas luchan por un protocolo específico.

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CANAL SUR MEDIA 20 febrero 2022

Administrar una droga a alguien, mezclada con su bebida, para anular su voluntad o dejarlo inconsciente. Es lo que se conoce como "sumisión química". Utilizando este sistema, los agresores cometen abusos sexuales o desvalijan a sus víctimas. Unas agresiones prácticamente imposibles de denunciar, porque los afectados no recuerdan los hechos. Las víctimas han pedido al Ministerio de Justicia un protocolo judicial específico, para que estos delitos "invisibles" no queden impunes.

"Sin saber cómo aparecí en una habitación, un hombre me estaba haciendo sexo oral, era un conocido de mi entorno, nunca me atreví a contarlo".

"Quedé con un chico, recuerdo que bebía agua y luego me desperté en un hotel sin saber qué había ocurrido"

"Pedí un refresco y una hora más tarde me encontraron tirada en la calle, al día siguiente me di cuenta de que tenía la ropa interior rasgada"

"Una coca cola y al primer sorbo caí inconsciente, y luego me di cuenta de que me habían retrasado el reloj tres horas para que no sospechara"

Son testimonios reales, en boca de jóvenes actrices. Relatos donde la víctima no puede recordar qué pasó, porque alguien las drogó. Agresiones por sumisión química, que nunca se denunciaron. Pero hay víctimas que han decidido romper el silencio. "Esto no podemos permitir que pase... estamos dejando que queden impunes... además la sumisión química se usa para muchas cosas, para robar."

Gloria Martínez, víctima de sumisión química en Málaga, es la impulsora de la campaña #STOPSUMISIÓNQUÍMICA. Más de cien mil firmas, recogidas a través de change.org, se han presentado en el registro del Ministerio de Justicia. Firmas que avalan una petición: "Lo que queremos es que se haga un protocolo de actuación y que se haga entre sanitarios y justicia". Su caso es espeluznante: "Yo tenía un novio pero... decidía violarme por las noches... fue brutal, a la mañana siguiente me despertaba, tenía semen reseco entre las piernas, o no tenía bragas y no sabía que había pasado,.. no entendía nada..."

Pero. ¿qué es una agresión sexual por sumisión química? Carmen Agüera, doctora del Hospital Costa del Sol, autora Protocolo Andaluz Atención Sanitaria Agresiones Sexuales, cuenta que hay un patrón común. Mujeres que estaban celebrando algo, con gente de su confianza y, de pronto "se encuentra en un sitio que no conoce, en una situación en la que sospecha que ha tenido una relación...con alguien que no conoce, que no sabe quien es... todos esos síntomas son los que empezamos a sospechar que ha tomado una sustancia de forma involuntaria... ella no ha tomado eso de forma voluntaria".

"Hay multitud de sustancias que se utilizan, las más frecuentes son la GHB, éxtasis líquido... se utilizaba como anestésico". Esas sustancias generan una amnesia anterógrada, de forma que no va a recordar lo que va a suceder luego. "Suele ser un agresor conocido por la víctima, en el que ella deposita su confianza".

LAS VÍCTIMAS SON, EN UN 89 POR CIENTO, MUJERES DE ENTRE 15 A 40 AÑOS

Macarena Repetto, psicóloga de la Asociación AMUVI, cuenta que "la sustancia más frecuente nos encontramos detrás de la sumisión química es el alcohol. En otras ocasiones la víctima no es consciente de haber tomado nada". "El no saber lo que pasó todavía causa más terror en la víctima, lo que necesitan en apoyo social, ser creídas, que cuando yo le vaya a contar a un profesional o a una amiga...". Sentir que no va a ser juzgada porque "una agresión es un hecho traumático, que nos va a afectar a las relaciones de parejas, al ámbito laboral y que puede llevar a una tentativa de suicidio".

Amparo Díaz, abogada Experta en Violencia de Género, explica que "hay muchos anuncios que publicitan, lugares, negocios, eventos vendiendo que allí se va a poder acceder a mujeres bebidas, precisamente en este anuncio que fue retirado donde se promocionaba La Lonja, que el plan perfecto era un hombre que se encontraba con una mujer que tenía cinco copas encima. La sumisión química no surge de la nada, entronca con la cultura de la violación y de la sumisión, que ha tenido muchísimos ejemplos a través de la publicidad como en este anuncio". 

No sólo la publicidad, también el cine recrea con frecuencia situaciones en las que se droga a una mujer para violarla. Paco León, se ha disculpado públicamente por una escena de su comedia" Kiki, el amor se Hace". Seis años después del rodaje, el director se arrepiente de haber utilizado la imagen de un hombre que deja inconsciente a su mujer con un fármaco para violarla.

La situación que recrea la película es escalofriantemente exacta a la que vivió Marta Asensio. "Él me daba el colacao de la somnolencia... años después fue en un círculo de mujeres... y yo me sentía culpable porque no me despertaba y pensaba que tenía sueño muy profundo"

"Yo empecé a arañarme la cara, para que no me mirase ni me tocase... y él me decía 'mira lo que haces en la cara.. te das cuenta de que te estás maltratando a ti misma". Crees que tu medio no es un lugar seguro, es un choque en tu cabeza una realidad que no quieres siquiera nombra2. Asegura que está "dando la cara con esto es para cambiar esta idea de que se hace solo en una discoteca y con gente joven: yo estaba en mi casa, en mi cama y con mi pareja".

La abogada experta en violencia de género sostiene que "estamos viendo casos de sumisión química en pareja, de hombres que están sometiendo químicamente a sus parejas porque les interesa tenerlas inconscientes o medio inconscientes. O encuentros de amigos, de grupos de parejas en los que los hombres han concertado la sumisión química de las parejas para poder intercambiarlas". 

Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, lo tiene claro "esos casos son violencia de género. Sin duda, aprovecharse de una mujer que no tiene consentimiento... es necesario modificar la legislación porque se contempla como abuso no como agresión, el anteproyecto que se prepara ya lo contempla"

"La administración de justicia suele partir del relato de la víctima como de evidencias física y aquí no suele haber un relato ni grandes evidencias físicas. Eso dificulta mucho la denuncia", asegura Amparo Díaz, abogada especializada en violencia de género.

En el año 2020, la Junta de Andalucía puso en marcha un protocolo sanitario específico para estas agresiones. Es fundamental acudir al centro hospitalario lo antes posible. Carmen Agüera. es autora del Protocolo Andaluz Atención Sanitaria Agresiones Sexuales: "Al ser un delito hay que poner una denuncia, se activa al forense a través del juzgado y se hace una exploración conjunta".

La exploración y la reconstrucción de los hechos se hacen una sola vez, lo que se conoce como acto único, para evitar revivir el trauma. Pero hay que darse prisa ya que "estas sustancias se absorben rápido y se eliminan con rapidez".

ENTRE LAS PRIMERAS 48-72 HORAS, EL RASTRO DE LAS DROGAS DESAPARECE DE SANGRE Y ORINA. EN MUESTRAS DE PELO, PUEDEN ENCONTRARSE RESTROS HASTA CUATRO SEMANAS DESPUÉS

"Es dramático escucharlas", dice Carmen Agüera quien relata que, además, algunas son grabadas y sus agresores les envían ese material. "Cuando lo ven no se lo pueden ni creer. Te lo dicen, que no saben cómo han podido hacer esto. En una situación normal no lo hubiera hecho. Psicológicamente hay que ayudar a estas mujeres para que sepan que ellas no tienen la culpa".

Preguntamos por el caso de María. Su 26 cumpleaños comenzaba en una calle de Sevilla y terminaba en el hospital Virgen Macarena. Todo comenzó cuando se tomó una copa en un local... horas después se despertó en el hospital. No recordaba nada, pero los análisis revelaban rastros en sangre de dos drogas, anfetaminas y la conocida como MDA. 

La policía nacional ha confirmado a Los Reporteros que la supuesta agresión se está investigando, sin embargo han rechazado hacer declaraciones sobre lo que parece una práctica que, según los expertos, está creciendo. Quieren evitar, dicen, la alarma social. Aunque en el mercado, ya hay productos como un pintauñas que cambian de color para alertarnos de la presencia de alguna sustancia extraña en nuestra copa.

Hablamos con unos chicos, de copas en la zona sevillana de La Alameda: "Drogar a la gente sin su consentimiento está a la orden del día, es esa intención de sentirse poderoso". Dicen que sí denunciarían pero, para no llegar, recomiendan que cada persona que vaya siempre con la copa en su mano, siempre la mano tapando el vaso.  Quizá la novedad está en el creciente rechazo social a lo que los expertos denominan la cultura de la violación.

Gema Otero es investigadora y formadora en coeducación y prevención de las violencias machistas quien cuenta que "niños y niñas interiorizan una serie de relatos donde es normal la cosificación de las mujeres... es decir la falta de empatía". Una falta de empatía que está detrás de algunas conductas o comentarios. Como el mensaje que Carlos Santiso, entrenador del Rayo Vallecano femenino, envió a su equipo técnico y en que decía que "nos falta ir y que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris, y cargárnosla ahí todos juntos. Eso es lo que une realmente a un staff y a un equipo. Mira a los del Arandina, iban directos al ascenso". "Lo más fácil es pensar que es una la broma es parte de una ideología pero instar a la violencia contra las mujeres es lo preocupante", dice Otero. 

"En nuestra sociedad hay una cultura de la violación. Eso qué significa que la sexualidad se entiende como un ejercicio de poder del hombre hacia las mujeres", dice Macarena Repetto, de AMUVI. El caso de La Manada marcó un antes y un después. La sentencia del Tribunal Supremo demostró que una violación se puede cometer sin que haya resistencia, sin lesiones, y también sin haber pronunciado un no. La clave está en el consentimiento, que debe ser explícito.

SEGÚN ALGUNAS ESTIMACIONES, EN TORNO AL 30-35 POR CIENTO DE LAS AGRESIONES SEXUALES SE PRODUCEN ACTUALMENTE POR SUMISIÓN QUÍMICA.

"Actualmente en el Código Penal la sumisión química no se encuentra expresada de manera directa pero forma parte de un abuso sexual. En la futura ley del Sí es sí, va a desaparecer la diferencia entre agresión sexual y abuso sexual y está previsto que se mencione de manera expresa la sumisión química", dice Amparo Díaz. 


LA FUTURA LEY DE LIBERTAD SEXUAL, CONTEMPLA LA SUMISIÓN QUÍMICA COMO UN AGRAVANTE EN LOS DELITOS DE AGRESIÓN SEXUAL.

Marta denunció el abuso continuado de su pareja años después, al descubrir que quién fue su novio repitió el delito con otra mujer en su entorno más cercano. "Cuando me lo contó le dije 'no estás sola y no estás loca', ahora voy a denunciar".

Combatir algunos recuerdos puede resultar duro. Pero, ¿cómo se sobrevive a las lagunas de la memoria? Marta Asensio explica que "contarlo es bastante sanador... me ha costado perdonarme a mí misma por no ser consciente de lo que me estaba pasando"

Durante la elaboración de este reportaje la Ministra de Igualdad se ha reunido con las impulsoras de la petición Stop Sumisión Química de Change.org. El proyecto de la Ley orgánica de Garantía Integral de la Libertad sexual incorpora medidas para acreditar estos delitos: se exigirá la recogida de muestras y evidencias. Incluso sin denuncia de la víctima o sin proceso penal.

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