Esta semana la plataforma de videoconferencias Zoom ha sido noticia por sus fallos en seguridad.
Nos preguntamos qué riesgos estamos corriendo.
La aplicación de videollamadas Zoom ha pasado de 10 millones de usuarios a más de 200 millones en marzo. Se ha convertido en la favorita para comunicarse con el confinamiento por el coronavirus. Pero esta semana ha sido noticia por sus fallos en seguridad. Nos preguntamos qué riesgos estamos corriendo.
La app #Zoom, muy descargada durante la crisis del #COVID19, recomienda a los usuarios de Windows actualizar cuanto antes, tras resolver una vulnerabilidad que podría permitir a un #ciberdelincuente robar datos personales.
— Gurda Civl ?? (@guardiacivil) April 10, 2020
Vía: @osiseguridad ???
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La alerta de la Guardia Civil, apoyada en las propias recomendaciones de la aplicación, afecta a aquellas personas que utilizan la aplicación de Zoom en Windows con versiones anteriores a la 4.6.9. La Guardia Civil advierte que esta vulnerabilidad podría explotarse enviando un enlace a la víctima, "que en el caso de hacer clic, enviaría su nombre de usuario y el hash de su contraseña de Windows al atacante". La Oficina de Seguridad del Internauta del INCIBE recomienda en su guía de actuación actualizar la aplicación lo antes posible yendo al Centro de Descargas de Zoom y descargando la última versión disponible.
Zoom existe desde hace casi 10 años pero ha sido con esta pandemia cuando Zoom se ha convertido en la aplicación de videollamadas de moda. Pero sus fallos en ciberseguridad la han precipitado en la bolsa. Google y otras compañías han prohibido a sus empleados utilizarla. Primero porque dejaba puertas abiertas a extraños. Solucionado este, otros problemas se ha puesto de manifiesto, como permitir que nos roben los datos.
Es fundamental pues no pinchar enlaces sin olvidar que Zoom compite en un mercado más disputado que nunca estas semanas de teletrabajo, telecole o ciberencuentros familiares.
Skype, Messenger, Google le disputan la tarta. Hay reglas para estar más seguros que no debemos olvidar. El usuario debe ser el más vigilante para garantizar la seguridad de sus comunicaciones.