Israel realiza de madrugada casi un centenar de ataques aéreos en Gaza.
Tras las denuncias de Israel, Hamás niega haber matado niños y decapitado y atacado civiles.
El CICR dice que uno de los hospitales clave de Gaza corre el riesgo de ser un "cementerio"
Hizbulá dice causar con misiles lanzados desde el sur de Líbano un "gran número de bajas" a las fuerzas israelíes.
El número de fallecidos en Israel por el ataque sorpresa del sábado del movimiento islamista Hamás superó este miércoles los 1.200, y los heridos superan los 3.000, mientras que los bombardeos israelíes en Gaza han causado ya 1.055 muertos y al menos 5.184 heridos.
A estas cifras se les suman al menos 1.000 palestinos muertos en territorio israelí en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad tras infiltrarse desde la Franja de Gaza, según las últimas estimaciones del ejército. Por otro lado, los desplazados dentro de Gaza han superado los 263.000, un incremento de casi 90.000 personas en solo 24 horas, según los datos de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de Naciones Unidas.
Israel ha realizado durante la madrugada de este miércoles casi un centenar de ataques aéreos contra objetivos en el centro de Gaza. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataque se concentraron en el aérea de Daraj Tufah, que según explicaron sirve como lugar central desde el que los militantes de Hamás lanzan sus ataques.
Las FDI también atacaron un edificio supuestamente utilizado por otra organización palestina, la Jihad Islámica, y anunciaron que mataron a varios militantes de Hamás en el cruce de Erez, principal paso fronterizo entre Gaza e Israel.
Por su parte, el grupo islamista Hamás ha negado haber "matado niños, decapitado y atacado a civiles" durante su ataque a Israel el sábado, en respuesta a las "acusaciones inventadas" de soldados de Israel sobre masacres perpetradas en kibutzs. Estas declaraciones llegan poco después de que el ejército israelí denunciara que los milicianos palestinos habían asesinado "a mujeres, niños, bebes y ancianos que fueron brutalmente masacrados a la manera del Estado Islámico" durante el ataque al kibutz Kfar Aza.
Respecto a la situación dentro de Gaza, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) asegura que el Hospital de Shifa, uno de los principales en la ciudad de Gaza y que recibe apoyo de la organización, "corre el riesgo de transformarse en un cementerio en las próximas horas" por el asedio israelí contra el enclave en medio de la nueva guerra. La portavoz del CICR para Oriente Medio, Imene Trabelsi, afirma que las instituciones sanitarias tienen una "enorme presión" y corren el riego de que la situación se vuelva "inmanejable" en las próximas horas por el aumento de las personas que necesitan asistencia y al mismo tiempo, por la necesidad de medicamentos y de recursos humanos.
Gaza se encuentra desde mediodía sin suministro de electricidad, según ha informado la compañía eléctrica del enclave, después de que Israel desconectara la franja de su red el sábado, el mismo día que comenzó la guerra.
Y en el norte de Israel, el grupo chií libanés Hizbulá se atribuyó la autoría del lanzamiento de misiles contra territorio israelí y asegura que la acción ha causado "un gran número de bajas" a las fuerzas israelíes, en la acción de mayor envergadura desde que el domingo estallara la violencia en la frontera. Según un comunicado de esa formación, se trata de una nueva respuesta a un ataque perpetrado el lunes por Israel en el que murieron tres miembros de Hizbulá, uno de varios incidentes ocurridos en la zona fronteriza en los últimos cuatro días y en los que han estado involucradas también facciones palestinas presentes en el Líbano. Las fuerzas israelíes atacaron con artillería y drones varios puntos del sur del Líbano en respuesta a dicho lanzamiento de misiles.
El equilibrio de fuerzas en la región de Oriente Próximo es complicado. Con todos los focos puestos sobre Israel, otros países también entran en juego, como Irán, que, aunque niega haber cooperado con la ofensiva de Hamás, apoya a esta organización con armas y dinero. Desde Teherán, viejo enemigo israelí, no ven con buenos ojos el reciente acercamiento de Arabia Saudí y otros países árabes a Israel.
Más complicada aún es la relación con Siria y Líbano. Desde Siria, donde el régimen de Asad igualmente apoya a Hamás, han llegado también ataques. Más sosegada es la relación que mantiene Israel con dos de sus vecinos árabes, Egipto y Jordania, que podrían mediar en el conflicto. Aunque el principal aliado internacional de Israel es, históricamente, Estados Unidos. Un apoyo que no cambia, sea demócrata o republicano el inquilino de la Casa Blanca.