Gracias a las últimas lluvias hay agua para sembrar todas las tierras, algo que no sucedía desde 2020.
Salvados por las lluvias de finales de invierno y de primavera, los arroceros del Bajo Guadalquivir celebran poder volver a sembrar todos su campos. La ultima vez que cultivaron al cien por cien fue en 2020. Después llegaron años difíciles. El peor fue 2023, cuando no pudieron plantar nada.
Las semillas que cubrirán los campos de arroz ya están preparadas. Se necesitan entre 150 y 200 kilos por hectárea, según la variedad de grano. Sevilla, con 36.000 hectáreas, es la mayor zona productora de España. Cádiz añade otras 2.000 hectáreas.
Este año el agua esta garantizada, como explica Álvaro Grau, presidente de la Cooperativa de Arroceros del Bajo Guadalquivir.
Ver cómo las tablas de arroz se van llenado de agua para la siembra les devuelve la esperanza. Si el tiempo acompaña, todo augura un buen año para los arroceros y para todo el sector que se mueve alrededor de este cultivo.