La recolección ya se ha iniciado en el Bajo Guadalquivir donde se pueden recoger hasta cien mil kilos por hectárea
En general la primavera lluviosa ha resultado beneficiosa para el campo, aunque hay cultivos que ha sufrido el exceso de humedad. Es el caso de las cebollas que se plantaron en noviembre y es ahora cuando se están empezando a recolectar. Es un trabajo duro que empieza de noche para evitar las horas de calor.
En el Bajo Guadalquivir, en una buena campaña se puede llegar a recoger hasta cien mil kilos por hectárea. Este año el rendimiento está en torno a los 60.000 kilos. La calidad el fruto es buena.