De posición social alta, calzaba unas sandalias típicas de legionario, aunque no tenia mucha musculatura.
Apareció en junio pasado en los sótanos de un entidad bancaria, en lo que fuera inmediaciones de la calzada de acceso a Florentia Iliberritana, la Granada romana.
Ya se conoce el contenido del sarcófago romano hallado en Granada el pasado mes de junio. En su interior los expertos han encontrado los restos de un varón de entre 35 y 40 años, más bien bajito y con algunos signos que apuntan a su condición social y también a los ritos funerarios de los habitantes de la Granada romana del siglo segundo.
La postura del cráneo es lo más llamativo que ha encontrado el equipo de arqueología y antropología de la universidad de Granada en los restos encontrados dentro del sarcófago.
Por primera vez se podrían confirmar como ritos funerarios lo que hasta ahora se dudaba si era una colocación al azar. Como la cabeza, una rótula también tiene una colocación anómala que se piensa es intencionada.
Hasta ahora y desde que se produjo el hallazgo sabemos que se trata de un individuo de unos 40 años, más bien bajito y posición social alta, calzaba unas sandalias típicas de legionario, aunque no tenia mucha musculatura.
Aunque aún falte mucho para conocer todo su pasado, el futuro de este granadino es el museo arqueológico de la ciudad.
El sarcófago apareció el pasado mes de junio en los sótanos de un entidad bancaria, en lo que fuera inmediaciones de la calzada romana de acceso a Florentia Iliberritana, la Granada romana de la que a través de estos restos casi únicos de esta época sabremos más detalles de la vida cotidiana de sus habitantes, los granadinos del siglo segundo.