Hace más de tres décadas que un grupo de vecinos decidió organizarse para proteger la Sierra de Córdoba de los incendios forestales. Aquel gesto espontáneo se ha consolidado como un grupo estructurado de pronto auxilio que colabora con el Infoca, cuenta con formación, equipos de protección y reconocimiento institucional.
Medio centenar de voluntarios activos pueden intervenir en tareas de extinción, mientras otros colaboran en prevención. Se activan por alertas tempranas desde distintos puntos del territorio y se ponen a disposición de los servicios oficiales.
La dispersión de viviendas entre vegetación eleva el riesgo, especialmente tras una primavera de lluvias intensas que ha multiplicado el crecimiento vegetal. Aunque aún queda humedad, el calor aumenta el peligro.