Aquí, bajo este suelo rojizo han dormido durante décadas 185 represaliados por el régimen franquista. Después de diez años de estudios y trabajos han averiguado que la mayoría eran hombres, jóvenes y que murieron violentamente.
Guillermo destapa el monolito que recuerda a su abuelo y a esos otros ciento ochenta y cuatro cuerpos atormentados que ahora trascienden su memoria para ser la de todos.Y lo ocurrido aún atormenta a los familiares.
Antes de ponerles nombres quedan por hacer pruebas de ADN aunque hoy se culmina una aspiración de muchas familias. Este Lugar de Memoria es el quinto en la provincia de Cádiz. Pero no será el último. Al menos una decena más esperan su turno.