La Plataforma Adolescentes Libres de Móviles ve con optimismo la prohibición en los colegios
Carmen y Marién representan al movimiento contra el uso del teléfono en la escuela. En Despierta Andalucía han valorado la instrucción de la Junta, pero no comparten la excepción del uso didáctico.
Carmen de Vicente y Marién Redondo son representantes de la Plataforma Adolescentes Libres de Móviles. En el programa Despierta Andalucía han valorado la reciente instrucción aprobada por la Junta de Andalucía para restringir el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos. “A priori estamos contentos con la instrucción porque parece que el movimiento de padres y madres ha surtido efecto y lo vemos con optimismo”, dicen.
La norma aprobada por la administración andaluza establece que los teléfonos no se podrán utilizar en horas lectivas, recreo ni actividades complementarias o extraescolares, salvo -señala la instrucción- que esté expresamente previsto en el proyecto educativo del centro para determinados momentos con fines exclusivamente didácticos y criterios pedagógicos debidamente justificados.
Es precisamente este punto el que más dudas genera en la Plataforma Adolescentes Libres de Móviles. “Nos preocupan las excepciones a la hora de usar los móviles como soporte pedagógico”, apuntan Carmen y Marién. “Queremos que los centros escolares sean espacios libres de móviles. Si hay una asignatura que requiere el uso de dispositivos que los proporcione el centro. No nos parece normal que se les exija a los alumnos que lleven un smartphone porque hay muchas familias que no quieren o no pueden”
En este sentido, las portavoces de la plataforma que ha canalizado el movimiento de familias partidarias de limitar los móviles en los centros educativos tienen claro que “lo más efectivo es retirarlos a la entrada y devolverlos a salida”.
En cualquier caso, matizan que la intención de este movimiento de familias no es prohibir los móviles. “Lo que queremos es que a un niño no se le entregue un dispositivo con ese potencial sin previamente haberlo enseñado”. Y es que, recuerdan, “hemos normalizado que se regale un smartphone incluso a niños de 9 años y es un producto diseñado para adultos”.
