Los Reporteros sondea cómo viven algunos de los personajes claves de la Semana Santa los días previos a la recuperación de las salidas procesionales, dos años después.
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La Semana Santa, por fin, tendrá pasos y tronos en las calles de Andalucía. Tras dos años de pandemia, las hermandades ultiman los preparativos. Sanidad recomienda que se mantengan las mascarillas durante las procesiones si no hay distancia de seguridad. Hemos estado en los ensayos de quienes hacen de cada procesión un instante único.
Las emociones que despierta la Semana Santa se han guardado dos años en los corazones, que ahora, ávidos de esas experiencias que nos devuelven a la niñez, están a punto de tomar las calles. En este mes de abril, Andalucía se prepara para recuperar la esencia de esos días que revolucionan la rutina: las voces ensayan sus saetas, los músicos repasan sus partituras, mientras se preparan para el esfuerzo los músculos costaleros... Todo está listo para una fiesta que traspasa lo religioso y que pone en pie a propios y visitantes. La primavera del 2022 huele a azahar, pero, esta sí…. también a incienso. Los Reporteros repasa cómo la viven figuras claves.
El saetero, o en este caso la saetera, es de lo que ejerce en estos días la cantante Erika Leiva que afirma que "se me da la oportunidad, gran suerte, de cantarle a la Virgen Macarena en momentos tan claves como son la entrada de vuelta o en mitad de una calle cantarle al Gran Poder. De hecho mi primera saeta en Sevilla fue en la calle Jesús del Gran Poder al Señor del Gran Poder"
José Manuel Bernal se vistió de músico por primera vez con 9 años, y esa pasión lo ha convertido hoy en director de la Banda de música municipal de Arahal. La componen 84 artistas, un derroche de juventud que ha crecido como formación musical, y cuyo germen fue un pequeño grupo de chavales que hace más de 20 años comenzaron, con muy pocos instrumentos, un proyecto apasionante. De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección, su música será el telón de fondo con el que distintas hermandades andaluzas realizarán su estación de penitencia. Por delante quedan muchos kilómetros de recorrido, para lo que hay que prepararse física y mentalmente. Después de dos años sin salir, las ilusiones están intactas. "Aunque se nos vea detrás de los pasos después de seis, siete, ocho, diez horas, cansados, la ilusión y las ganas las tenemos como al salir, eso la gente no lo entiende hasta que no lo vive con la banda", confiesa Bernal.
Enrique Garrido lleva 25 años dedicado a la venta de artículos cofrades. Su pequeño local, en pleno casco antiguo, está rodeado de iglesias y estos días son los de mayor venta del año, aunque, nos cuenta, que ha notado cierta reticencia a gastar, sobre todo por la situación económica y la desconfianza de algunos de que todo se pudiera anular en el último momento. María estrenará túnica este domingo de Ramos, tiene 8 años y lleva saliendo desde los 9 meses, una tradición familiar que vive con entusiasmo y para la que cuenta ya los días que faltan.
Álvaro Enríquez es Hermano Mayor Hermandad Sagrada Cena de Sevilla quien ya anda ilusionado porque "quedan muy pocos días. Ya estamos a punto de llegar a la meta que estamos esperando desde hace cerca de dos años. Desgraciadamente en estos dos años no hemos podido salir por culpa de la pandemia, pero, bueno, ya el Domingo de Ramos está ahí". La hermandad de la Sagrada Cena, en Sevilla, nos invita a vivir con ella todos los preparativos antes de que llegue el gran día.
Pero no solo en las grandes ciudades se vive con pasión esta Semana Santa, en la localidad sevillana de Marchena saben mucho de emociones y de nervios, sobre todo a la hora de ponerse delante de una imagen para cantarle. Desde hace 36 años, alumnos de todas las edades han pasado por la Escuela de Saetas 'Señor de la Humildad', la más antigua de España, que enseña hasta diez estilos autóctonos. 16 alumnos, de 6 a 80 años, aprenden a cantar saetas en esta escuela marchenera. Roberto Narváez, su fundador asegura que "esta escuela es la pionera en cuanto a enseñar la saeta de forma reglada, antiguamente la saeta se transmitía en bares, tabernas y casinos, entonces, de una forma reglada es a partir de 1986 cuando se forma esta escuela, y después hay muchísimas escuelas que se han creado con posterioridad".
Un canto, un rezo, con el que se llenan de emoción los días y las noches de la Semana Santa. En la calle o desde un balcón, la saeta este año volverá a sonar como si nunca se hubiera callado.