En este apartado se incluye a las separadas, viudas, y a las que tienen hijos y no quieren pasar por la vicaría.
Hace 20 años, sólo representaban el 7%.
La sociedad está cambiando y prueba de ello es que, por primera vez, las madres solteras superan a las casadas en nuestro país.
Atrás quedan antiguos recelos y las mujeres no ven ahora necesario pasar por la vicaría. A ello se une la maternidad tardía y el menor número de hijos, algo que sí preocupa para el indispensable relevo generacional.
Las madres solteras superan ya a las casadas en España. Fueron el 56% del total en 2018, último ejercicio analizado por el Instituto de Estadística.
En este apartado se incluye a las separadas, viudas, y a las que tienen hijos, con o sin pareja, que no quieren pasar por la vicaría. Hace 20 años, sólo representaban el 7%.
Pero desde entonces, década tras década han ido ganado terreno a las casadas. Se confirma así una tendencia imparable, que evidencia el cambio de mentalidad en nuestra sociedad, en línea con países como Bulgaria, Estonia o Francia, donde las madres solteras suponen ya el 60%.
Aún existen ciertos prejuicios y muchas reconocen presiones en su entorno para pasar por el Registro, aduciendo que es raro o que se desproteje al niño. Lo cierto es que muchos optan por casarse después tener el primer hijo, pese a que, desde 1981, el Código Civil reconoce la igualdad legal de los hijos tenidos dentro o fuera del matrimonio.
No sólo se retrasa la edad de ser madres, de los 25 a los 31 años de media, sino que también se espera más -hasta cinco años- para tener el segundo vástago.
Todo ello tiene un impacto en el total de recién nacidos. La media nacional se sitúa en el 8% por cada 1.000 habitantes. Con un 15 y medio por ciento, Melilla lo supera de manera amplia, seguida por el municipio almeriense de Níjar, con un 14,8%.
Por capitales, Almería despunta, seguida por Sevilla y Málaga. En cambio, Cádiz registra la tasa más baja de nacimientos en Andalucía.