Noche de intensos bombardeos sobre la Franja, donde viven más de dos millones de palestinos.
Más de 5.000 muertos por ambas partes desde el ataque de las milicias de Hamas del pasado sábado.
El ejército israelí prosigue sus preparativos para una posible operación terrestre en la Franja.
El secretario de Estado norteamericano lleva a Tel Aviv para apoyar al gobierno de Israel.
Israel y las milicias de Gaza entran en el sexto día guerra. Durante toda la noche se han intensificado los ataques aéreos y con artillería sobre la Franja, en la que viven más de dos millones de palestinos, que desde este jueves están sin luz ni agua.
El número de víctimas mortales entre las dos partes, desde que el grupo palestino Hamas iniciara un ataque sorpresa contra Israel el pasado sábado, ronda las 3.500.
Desde la tarde de este miércoles el intercambio de fuego por aire ha sido intenso, mientras las tropas israelíes despliegan su artillería al norte de la Franja y concentran miles de efectivos para una posible ofensiva terrestre.
Más de 340.000 gazatíes están desplazados de sus hogares, según datos de Naciones Unidas, pero la intensidad de los bombardeos indiscriminados contra infraestructura civil hace cada vez más difícil encontrar un lugar donde refugiarse en esta nueva guerra.
La ciudad de Ofakim, a 30 kilómetros de Gaza, en el sur de Israel, fue el punto más lejano donde llegaron las milicias de Hamás en su ataque del sábado, una incursión que dejó decenas de muertos en veinte horas combates.
Según el ejército israelí, el ataque lanzado por el grupo islamista Hamás el sábado pasado, que ha causado 1.300 víctimas en Israel, fue planificado por unidades especialmente entrenadas de la organización, conocidas como Nukba (Élite).
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha prometido "destruir y matar completamente a Hamás, el ISIS (Estado Islámico) de Gaza", adelantando que "se esfumará de la Tierra, ya no existirá".
Un portavoz militar ha desmentido en la mañana de este jueves los rumores de que el ejército ya estaba planificando una invasión terrestre en Gaza, aunque señaló que está preparándose para todas las eventualidades.
"Estamos preparándonos para la próxima fase de la guerra, que podría ser desde el aire, podría ser combinado de aire y mar... Eso depende de los líderes políticos, pero aún no hay nada decidido. No se ha decidido aún una operación terrestre", insistió.
El portavoz indicó que aún seguían los intentos de milicianos de Hamás de infiltrarse en Israel, sobre todo por mar, y que el Ejército había "interceptado varios objetivos", al tiempo que había restablecido a grandes rasgos, aunque no al cien por cien, la valla fronteriza destruida el sábado durante el asalto. "Disparamos a cualquiera que se acerque a la valla. A cualquiera", advirtió.
El portavoz ha confirmado que los bombardeos sobre Gaza son mayores que nunca antes, pero negó que se tratase de golpes masivos e indiscriminados, asegurando que el ejército dispone de datos concretos sobre cada objetivo y sigue avisando a los habitantes de un edificio residencial antes de bombardearlo, para dar tiempo a evacuarlo.
Testimonios de Gaza indican que esta práctica, habitual antes, no se está observando en los últimos días, lo que ha llevado al alto número de muertos en la Franja, que esta mañana ya suman 1.203, según los últimos datos del Ministerio de Salud gazati.
El martes se anunció la muerte en bombardeos de Yoad Abu Shmala, ministro de Economía de la Franja de Gaza, y de Zacaría Abu Maamar, jefe del departamento de relaciones internas.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha llegado este jueves a Tel Aviv en el marco de una visita para expresar su apoyo a las autoridades de Israel tras el ataque sin precedentes de Hamás, que ha derivado en una nueva guerra con Gaza.
Antes de partir, Blinken dijo a la prensa en la base aérea Andrews, en Maryland, en las afueras de Washington, que tiene previsto reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el presidente Isaac Herzog.