Aseguran que el aumento del turismo condiciona el precio y la disponibilidad de la vivienda, dificulta la vida cotidiana y satura el transporte
Los vecinos del Albaicín reclaman que se regulen los flujos de turistas que cada día invaden el barrio dificultando la vida cotidiana. El fenómeno turístico, aseguran, condiciona el precio y la disponibilidad de la vivienda, el transporte saturado de visitantes y además les ha robado el ambiente de un barrio normal.
Por ello han creado una plataforma vecinal, que bajo el lema "Toma la plaza", piden a las administraciones que regulen los flujos turísticos y atajen los problemas que ya hacen muy difícil vivir de alquiler y moverse por el barrio.
Este año se cumple el trigésimo aniversario de la declaración del Albaicín como Patrimonio de la Humanidad y se esperan que pasen por sus calles y plazas dos millones de turistas, para unos una mina, para estos vecinos, una saturación.