Por la reforma del delito de malversación que entró en vigor en diciembre. Tiene una condena firme de 3 años y medio de prisión
La Audiencia de Sevilla suspende la entrada en prisión del expresidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo, que una condena firme de 3 años y medio de prisión. El motivo es que la sentencia debe ser revisada tras la reforma del delito de malversación que entró en vigor en diciembre. Pérez-Sauquillo prestó, de forma arbitraria, unos 100.000 euros a Aceitunas Tatis. Además y de forma paralela, se estudiará su petición de suspensión extraordinaria por su estado de salud.
Desde 2015 el Código Penal establecía dos delitos como malversación. Uno por apropiación indebida de dinero público, y el otro por administración desleal como por ejemplo la concesión de créditos sin ningún control. La reforma aprobada en 2022 por PSOE y ERC, mantiene las penas por apropiación pero exige que haya ánimo de lucro. Elimina que la administración desleal sea delito pero incluiye sanciones por el uso temporal de bienes públicos y por aplicar fondos para un fin diferente al inicial. Ahora la Audiencia de Sevilla tendrá que revisar el caso de Tomás Pérez-Sauquillo.
Tomás Pérez-Sauquillo, expresidente de Invercaria, la empresa pública de inversión y gestión de capital riesgo de la Junta de Andalucía, bajo los gobiernos del PSOE, nació en Madrid, tiene 76 años de edad, y sobre él pesa una condena firme del Supremo por malversación por conceder un préstamo de forma irregular de 100.000 NEVERA euros a la empresa Aceitunas Tatis. El ex alto cargo de la Junta fue presidente de la sociedad pública entre 2005 y 2010.
Pérez-Sauquillo ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Sevilla, además, a dos años y tres meses de prisión por los gastos propios de personal de Invercaria, a tres años de cárcel por el préstamo concedido a la empresa jiennense Fumapa y a la misma pena por las ayudas concedidas por Invercaria a la sociedad Cedes Electria, si bien estas condenas aún no han sido ratificadas por el Supremo.
Sufre una cardiopatía , y una patología urológica grave. Por eso ha pedido no entrar en prisión. Una prisión que de momento ha evitado después de que la Audiencia haya suspendido su ingreso mientras se tramita su petición de revisión de condena por la reforma del delito de malversación