Betis y Granada se encuentran en una recta final con mucho en juego

El Betis tiene que ganar y esperar que pierda el Sevilla para seguir optando a la Champions y al Granada el triunfo le deja matemáticamente en Primera división, aunque también le vale para lograr la salvación, simplemente que el Mallorca no le gane al Rayo.

El Granada es quien más se juega porque el Betis, a falta de esa gran guinda, ha cumplido sobradamente sus objetivos con título de Copa y participación europea garantizada. El equipo nazarí lograría la permanencia matemática en caso de victoria, pero tiene que afrontar el encuentro con muchas bajas entre lesionados y sancionados y sin ninguno de los dos laterales zurdos de su plantilla disponibles, Neva y Escudero.

Además, los granadinistas tienen en contra las estadísticas, que sirven de poco, pero que dejan constancia de que no es el Villamarín el mejor escenario para lograr el triunfo y asegurarse la salvación sin mirar a nadie. El Granada ha ganado solo cuatro de los veinticinco partidos oficiales en el campo del Betis, donde perdió la pasada campaña por 2-1 a causa de un doblete de Borja Iglesias que superó el tanto visitante Darwin Machís. Los dos anteriores Betis-Granada se saldaron con sendos 2-2 y, en la pasada década, el equipo rojiblanco venció dos veces por 1-2 en 2012.

A todo esto tendrá que sobreponerse el equipo de Karanka que piensa en lograr la salvación "por nuestros méritos", y no pendiente de otros campos, como sí tendrá que hacer el Betis porque además de ganar necesita que el Atlético de Madrid haga lo propio sobre el Sevilla si quiere llegar con opciones de Champions en la última jornada.

Pellegrini ha dicho que "el deseo es sumar tres puntos y ver hasta dónde se puede llegar", aunque es consciente de que "clasificar para 'Champions' no depende" sólo de los resultados del Betis, aunque precisa que "el vestuario está pendiente de los dos partidos" que debe jugar y "todo lo demás son especulaciones".

Así las cosas ha dejado claro que "la temporada no está terminada", por lo que este domingo piensa "colocar el mejor once inicial disponible" aun sin renunciar a las "muchas rotaciones que ha habido durante todo el año, sin nombres fijos", porque "no es sólo el que inicia el partido, sino que los cinco cambios también son importantes".