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Cinco años de la muerte de Julen, el niño cuyo trágico rescate conmovió al mundo

La carrera contrarreloj de 300 profesionales durante 13 días para dar con su cuerpo fue seguida en todos los rincones del planeta. Los vecinos de Totalán dieron un ejemplo de solidaridad

CANAL SUR MEDIA 13 enero 2024

Se cumplen 5 años del caso Julen, el niño que cayó por un pozo en Totalán (Málaga) de unos 110 metros de profundidad y 25 cms de diámetro. Justo debajo de esa cota, y después de 13 días, encontraron el cuerpo del pequeño. El caso estremeció al mundo. Julen tenía dos años y desapareció de la vista de sus padres. El suceso movilizó a varios cientos de personas y casi durante dos semanas la pequeña localidad de Totalán cobró protagonismo y periodistas de todos los rincones llegaron para seguir el despliegue de ingenieria de un rescate que no tenía precedentes en Europa.

Fue un trabajo de de cientos de profesionales, de instituciones publicas y privados. Con muchas complicaciones. El niño fue localizado debajo de un tapón de tierra a 71 metros, y había que trabajar a contrareloj. Fue una tragedia difícil de olvidar. El mundo contuvo la respiración durante 13 dias de infarto. Era imposible pensar que un niño pudiera introducirse en esa cavidad. pero Julen lo hizo, como relata Ángel García Vidal, director de los trabajos de rescate. La prioridad era realizar un túnel en vertical encamisado para evitar derrumbes, y en paralelo al pozo una galería en horizontal, una compleja obra realizada en tiempo récord, y con muchos problemas por la dureza de los materiales, y los imprevistos.

Se realizaron 600 microvoladuras, y participaron 300 profesionales, entre ellos la unidad de mineros de Asturias que fue la encargada, ayudada por la Guardia Civil, de la última fase, la que pudo rescatar el cadáver del pequeño. Era la 1.25 de la madrugada del 26 de enero. Según la autopsia, el niño cayó de pie y murió de un fuerte golpe en la cabeza, el mismo día que se precipitó al pozo, ese pozo del que intentan salir sus pares, Vicky y José, ya golpeados por la muerte subita de un hijo anterio y que intentan rehacer su vida con su nueva hija.

La carrera contrarreloj para dar con su cuerpo fue seguida en todos los rincones del planeta. 13 días de solidaridad con trágico final que estremecieron al mundo. Los padres del pequeño tratan de rehacer sus vidas con una nueva hija. Solo han cobrado 600 de los 180.000 euros de indemnización que les correspondían. Vicky y Jose se aferran a su nueva bebé para agarrarse a la vida. Quieren pasar página a toda costa y no han vuelto a reclamar el pago fijado en la sentencia de conformidad al propietario de la finca privada donde cayó el pequeño, como nos cuenta Antonia Barba, abogada de los padres de Julen.

El ingeniero Ángel García Vidal dirigió los trabajos para el rescate. Se emplearon a 300 profesionales y se realizaron 600 microvoladuras. Se queda, por encima de todo, con la entrega incondicional de la gente. La Brigada de Salvamento Minero, desplazada desde Asturias, encontró el cuerpo de Julen en la madrugada del 26 de enero. Según la autopsia, el niño cayó de pie y murió por un fuerte golpe en la cabeza.

La tragedia de Yulen desató en Totalán un tsunami de solidaridad que arrastró a todos sus vecinos a un ejercicio de generosidad colectiva que llamó la atención no solo de toda España sino de medios de comunicación de medio mundo. Pocas veces habíamos visto una demostración tan palpable de bondad y empatía compartida por todo un pueblo.

Totalán es un municio de Málaga de poco más de 700 habitantes. Se encuentra en el área metropolitana de la capital pero pertenece ya a la Axarquía, esa comarca malagueña de hermosos pueblos blancos que salpican un territorio de montañas que va descendiendo en suaves lomas hasta el mar.

Cada día, Protección civil repartía entre los cientos de personas que trabajaban en el rescate y los periodistas desplazados para contarlo el caldo calentito para aliviar el gélido enero, café, bocadillos y todo lo que preparaban las vecinas deTotalán. Todos ayudaron como pudieron y sin considerar que lo que hacían debía tener ningún protagonismo. Practicaban lo que los filósofos antiguos llamaban "ética de la virtud" porque para vivir una buena vida decían Sócrates y Aristóteles, uno debe realizar acciones y comportarse de forma solidaria con la comunidad.

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