"Parecían obreros que venían a cambiarlas".
En las últimas semanas, hasta siete comunidades han denunciado la sustracción de mobiliario en sus áreas comunes.
Los vecinos de una comunidad de Jardín de la Reina, en Granada, están sorprendidos por lo ocurrido el pasado martes por la tarde en su edificio. Unos hombres, vestidos de obreros, se llevaron las ventanas de los pasillos y las escaleras. Lo que parecía una obra de la comunidad se desveló como un hurto a plena luz del día y a cara descubierta.
Nos lo cuentan dos de los vecinos, Lucila Muñoz Cano y Antonio Santiago, que pensaron que estaban cambiándolas y poco después vieron que habían desaparecido.
En poco tiempo los falsos obreros arramblaron con 11 ventanas situadas en los espacios comunes, pasillos y escalera, y con dos pomos de la puerta. Fue un visto y no visto, según el conserje del edificio, José Alberto Ortiz.
La comunidad lo ha denunciado a la Policía, que investiga lo ocurrido con pocas pistas sobre la mesa.
En el barrio se comenta el curioso hecho porque además de ventanas han desaparecido los pomos de las puertas. Así ocurrió también hace un par de semanas en un edificio del Camino de Ronda, donde un agujero todavía visible deja ver las consecuencias del hurto.
Y no son casos aislados. En las últimas semanas, hasta siete comunidades de vecinos de la zona de Jardín de la Reina, Camino de Ronda, barrio Fígares o Cerrillo de Maracena han denunciado la sustracción de mobiliario en sus áreas comunes.
El objetivo parece claro: la venta al peso de los artículos en chatarrerías. Por ejemplo, materiales como el aluminio, que se usa para hacer el marco de las ventanas, se paga a 1,25 euros el kilo.