La paciencia de los camioneros estalla en el puerto de Dover
La mayoría tiene asumido que no llegará a tiempo para pasar la Navidad con su familia
Para agilizar el proceso las autoridades entregan test para que se lo hagan los propios transportistas
En las últimas horas el Ministerio de Asuntos Exteriores ha desplazado a un cónsul a los puntos de Reino Unido donde miles de camioneros están bloqueados. Muchos están perdiendo la paciencia y han protagonizado momentos de tensión con la policía en el puerto de Dover y el aeropuerto de Manston.
Aunque Francia ya ha reabierto la frontera, el hecho de exigirles un test de coronavirus está ralentizando aún más su regreso. Para tratar de agilizar el proceso las autoridades están entregando los test para que se los hagan los propios transportistas y comuniquen el resultado a través de una web que, en caso de dar negativo, les autoriza el paso.
Aunque ya han comenzado a llegar ferrys con los primeros camiones al puerto francés de Calais y al puerto de Santander, los afectados tienen asumido que no llegarán a tiempo para disfrutar la navidad en familia. Han sido los primeros en tener los test y los primeros en lograr salir del Reino Unido a bordo de un ferry.
Los que siguen allí están cansados, sin apenas comida y con pocas posibilidades de ducharse, los ánimos han terminado por explotar. Ayer montaron 200 letrinas portátiles y repartieron comida pero no llega a todos los que hay allí concentrados.
EN ALMERÍA LAS EMPRESAS EMPIEZAN A ACUSAR LAS PÉRDIDAS
Entre tanto las empresas de transportes están empezando ya a acusar la situación. Económicamente pierden portes en la mejor época del año. Las pérdidas económicas que genera este bloqueo son importantes. Francisco Amat de la empresa My Logist, en Almería, tiene 13 de sus 18 camiones atrapados en Reino Unido.
Los conductores están desesperados mientras pueden o no cruzar a Francia. Pendientes de que se resuelva el conflicto, lo peor llegará la semana que viene. Los conductores tendrán que descansar, intuyen que algunos pedirán la cuenta y dejarán su trabajo quemados por la experiencia vivida.
