En Los Reporteros analizamos la situación en Ucrania tras las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia sin Ucrania y sin Europa.
Las víctimas se cuentan por decenas de miles. Hablamos con expertos y refugiados.
Estados Unidos ha negociado exclusivamente con Rusia en Arabia Saudí el fin de la guerra en Ucrania. A la vez, los líderes europeos se han reunido en París para lograr una postura común que ponga a Europa en el tablero de las negociaciones. Y mientras, las víctimas esperan una paz tan compleja como difícilmente duradera.
Vemos el país a través de los ojos de dos fotoperiodistas andaluces, la granadina Susana Girón y el sevillano José Colón. José llegó al país ucraniano en septiembre de 2022. Habían pasado siete meses del inicio de la invasión rusa. Y allí sigue. Las lágrimas de Antonina junto al retrato de su hijo muerto en el frente... niños que juegan al fútbol en un pabellón de deportes destrozado… una mujer conversa por el móvil mientras caen las bombas... un hombre camina con la compra por una acera llena de cascotes... Son los desastres de la guerra. El reguero de dolor inmenso que deja en Ucrania.
Susana pasó un mes en Ucrania, entre febrero y marzo de 2024 con una misión: fotografiar y contar las historias de los ucranianos que se preparaban, pese a todas las dificultades, para representar a su tierra en los Juegos Olímpicos de París. Más de quinientos deportistas han muerto desde la invasión. Un trabajo que ha recibido una mención del premio internacional de Periodismo Manuel Chaves Nogales.
Es importante hacer memoria. Lía Motrechko nos recuerda que esta guerra, en realidad, empezó hace once años. En 2014 con la invasión rusa a la península de Crimea "donde yo viví con toda mi familia, con todos mis familiares y luego de conquistar Crimea, Rusia empezó una guerra, también una invasión, en el este de Ucrania, en las regiones de Luganst y Donestsk pero ya en este momento había una resistencia ucraniana. Así que Rusia paró su avance y se prolongaba una situación de guerra en el este de Ucrania durante ocho años hasta 2022 cuando los rusos empezaron una invasión masiva por todas partes”
Lía es de Crimea. En 2018 y tras una breve estancia en Canarias, llegó como refugiada a Andalucía junto a su familia. Tenía 16 años. Y sin saber español y con el curso empezado, Lía consiguió algo impresionante: el mejor expediente de cuarto de la ESO de Sevilla. Hoy, con 22 años, estudia el grado de Historia y está muy comprometida con lo que ocurre en su país y, en especial, con la causa de los tártaros de Crimea, la etnia de su madre. Un pueblo perseguido y expulsado de esa Península durante el régimen soviético.
Elena Havazhko y su marido Serhii llevan año y medio como refugiados en Andalucía con su hija Eva, de 13 años. Vivían cerca de Bucha, en la región de Kiev. Y vivían, como dicen ellos, muy bien. Hasta que estalló la guerra. Elena tenía un salón de belleza. Serhii trabajaba como montador de estructuras metálicas. Por un problema de salud, no fue reclutado pero sí lo fueron muchos de sus compañeros y amigos.
Elena y Serhii forman parte de los seis millones ochocientos mil ucranianos que han tenido que dejar su país por la guerra a partir de 2022, como nos cuenta Lourdes desde CEAR, la comisión española de ayuda al refugiado. El 92%, han encontrado refugio en Europa. Otros tres millones setecientos mil no han podido salir pero sí han tenido que dejar su hogar para desplazarse a otras zonas más seguras dentro de Ucrania.
Lourdes Navarro, coordinadora territorial de intervención, políticas y campañas CEAR recuerda cómo fueron las primeras semanas tras la invasión cuando miles de personas cruzaron de forma masiva la frontera en busca de refugio. Fue el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Andalucía es una de las comunidades donde más personas han atendido, un total de 25.000.Por primera vez desde su aprobación en 2001, como consecuencia de la guerra de los Balcanes, la UE puso en marcha la directiva de protección temporal para dar una respuesta humanitaria urgente a los desplazados. Las instituciones y la ciudadanía europeas abrieron sus brazos a los refugiados como no lo habían hecho con los desplazados de otros países en conflicto.
Hay otras víctimas de esta guerra de las que poco o nada se habla. Las señala Lourdes Navarro, son el medio millón de personas se han visto forzadas a salir de Rusia por el impacto que de una u otra forma esta guerra está ocasionando. Cualquier persona que muestre oposición al régimen de Putin corre peligro su vida en Rusia.
Es el caso de Iván, nombre ficticio de este joven ruso de 24 años, por el que prefiere que lo identifiquemos para preservar la seguridad de su familia. "Yo no quise ir a la mili por eso tres años seguidos estuve evitando policía, me escondía, de vez en cuando y luego cuando tuve el visado compré un billete de avión acá y he podido respirar".
Llegó a Sevilla unos meses antes de la invasión como estudiante de arqueología y quedó atrapado entre la guerra y las sanciones impuestas por la UE a Rusia. "No tuve otra opción que solicitar el asilo político", cuenta, una decisión que ha tenido para él un coste personal muy importante
Esta guerra, como todas las guerras, tiene a los civiles como principales afectados. La edad de reclutamiento tanto en Ucrania como en Rusia está ya en los 18 años. Chavales que van a la primera línea del frente... y muchos no vuelven. Casi adolescentes a quienes hacen jugar a la guerra en un conflicto bélico dominado por la tecnología.
Es el horror sobre el terreno pero la verdadera batalla se libra en los despachos, entre la economía y la geoestrategia. Manuel Alejandro Hidalgo, profesor Economía UPO dice que “si recordamos bien, en el verano de 2022, lo más llamativo, lo que era más sorprendente para una sociedad que hacía cuarenta años que no sabía lo que era eso de la inflación, por lo menos a esos niveles, fue, precisamente, la subida de precios. Y hemos tardado un año y medio en controlar, en domar esa inflación”.
El conflicto ha demostrado las frágiles costuras de la UE especialmente después de la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump. Como quedó claro tras la conferencia de seguridad de Munich de la semana pasada, el nuevo mandatario estadounidense quiere resolver el conflicto excluyendo a la UE y al propio Zelensky.
Rafael García, profesor titular de Relaciones Internacionales UPO, asegura que "los europeos nos seguimos pensando que representamos un papel a nivel internacional como mediador como una fuerza benigna a la hora de conciliar intereses. Creo que son ilusiones. La realidad es que ante todos los conflictos internacionales de envergadura que están abiertos en la actualidad nuestro papel, verdaderamente es intrascendente completamente”
Mientras la UE busca no perder su lugar en el mundo y aumentar el gasto en defensa para no depender del respaldo norteamericano como exige la administración Trump, la negociación de los estadounidenses es con Rusia, que pretende quedarse con los territorios ocupados y que los ucranianos no entren en la OTAN. Pero, además, Estados Unidos, principal contribuyente militar de Ucrania pide, a cambio de ese apoyo, la explotación del 50% de las llamadas tierras raras del país
Con todo este contexto, ¿será posible una paz y que sea duradera? Según Rafael García, profesor titular de Relaciones Internacionales UPO, "una resolución definitiva del conflicto me parece difícil de lograr. Es un conflicto complejo, con muchos actores implicados. Unas ambiciones que les mueven con escaso margen de maniobra para negociar verdaderamente y la verdad es que confiemos que haya un alivio de la presión armada, sobre todo de las víctimas que está ocasionando la guerra pero que las circunstancias de crisis se van a prolongar en el futuro.”
Soldados que combaten en el frente en el duro invierno sin saber si volverán a casa y, si lo hacen, en qué condiciones... un campeón olímpico reclutado que vendió su medalla para donar el dinero al ejército. Son las historias captadas por las cámaras de José y de Susana. Las que no debemos olvidar. Retratos de una guerra llena de secuelas