Una primera lectura del acuerdo arancelario entre UE y EEUU, a falta de muchos detalles por conocer, nos indica que con él, la industria del norte de Europa gana y el sector agrícola, del sur sobre todo, pierde.
Los aranceles a la poderosa industria automovilística alemana bajan de casi el 30% actual al 15 %.
A partir de ahora cada producto europeo que se quiera vender en Estados Unidos tendrá que pagar un 15% de arancel, mientras que al contrario, cada producto estadounidense que se venda en Europa no pagará arancel. Pero eso no es todo.
Trump ha conseguido que la Unión Europea se comprometa a comprarle energía, gas y petróleo, por valor de 680.000 millones de euros. A pesar de todo esto, España no es un país especialmente perjudicado si lo comparamos con otros socios. El año pasado exportamos a Estados Unidos por valor de 18.000 millones de euros, de los cuales casi 3.00 fueron de empresas andaluzas del sector del aceite fundamentalmente.
Y es que una primera lectura de este acuerdo, a falta de muchos detalles por conocer, nos indica que con él, la industria del norte de Europa gana y el sector agrícola, del sur sobre todo, pierde. Porque a partir de ahora los aranceles a la poderosa industria automovilística alemana bajan de casi el 30% actual al 15.
Y sucede lo mismo en la industria de los semiconductores, farmacia o determinados minerales, sectores muy potentes en Países Bajos e Irlanda por ejemplo.
Mientras que el aceite, el vino y los productos agrícolas verán penalizadas sus ventas.
Este acuerdo desigual aleja de momento, algo peor: la sombra de una guerra comercial cargada de incertidumbres. La presidenta de la comisión Europea y el presidente estadounidense escenificaban un pacto que se ha cocinado a fuego lento. .