España, la visita que dejó pendiente el papa Francisco
A lo largo de su pontificado han sido numerosas las invitaciones, tanto por parte de responsables políticos, como de obispos e incluso de periodistas.
Andalucía se ha dejado sentir en el Vaticano con actos como la peregrinación de 120 hermandades del Rocío por los 30 años de la visita de Juan Pablo II a la aldea almonteña.
El papa Francisco visitó 66 países en 11 años. España es, junto a Alemania, el único gran país de Europa que el Pontífice no llegó a pisar. No ha sido por falta de ocasiones, puesto que las invitaciones al Santo Padre fueron constantes a lo largo de su pontificado, tanto por parte de responsables políticos, como de obispos e incluso de periodistas.
La invitación fue reiterada por un grupo de fieles españoles en enero de este año. Desde que fue elegido como jefe de la Iglesia Católica, el papa argentino no ha dejado de recibir propuestas para que viajara a España. Abiertamente, lo escuchamos hablar de su deseo de visitar las Islas Canarias, en plena crisis migratoria.
Aunque Francisco no ha venido a España, en cambio han sido numerosos los españoles que han ido al Vaticano, empezando por los reyes eméritos, y también por Felipe VI, que acudió a Roma acompañado por la reina Letizia al poco de ser proclamado rey.
Por el Vaticano han pasado, entre otras personalidades españolas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, o el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien fue recibido en audiencia por el papa el pasado mes de febrero, junto a la comisión organizadora del II Congreso de Hermandades celebrado en diciembre en Sevilla. Y quien también invitó a Francisco a visitar Andalucía.
Durante su pontificado, los andaluces se han dejado sentir en el Vaticano. La imagen del simpecado verde de la Hermandad Matriz de Almonte en Roma, es sin duda, una de las más significativas.
En diciembre del pasado año 120 hermandades del Rocío acudieron en peregrinación a la Ciudad Eterna para conmemorar, en una audiencia general, los 30 años de la visita de Juan Pablo II a la aldea almonteña. La salve rociera se escuchó en San Pedro.
