Una semana después, el fuego ha devorado más de cien mil hectáreas.
En Extremadura, el incendio de Jarilla avanza sin control y ha obligado a desalojar Rebollar.
El noroeste de España sigue siendo sufriendo la proliferación de incendios, sobre todo en Galicia y Castilla y León, con unas 100.000 hectáreas quemadas. En la comunidad castellano-leonesa siguen activos 27 de incendios, de los cuales once se encuentran en Índice de Gravedad 2. En Galicia hay otros 14 fuegos sin control.
En torno a 50.000 hectáreas han sido arrasadas en territorio gallego, la mayoría en la provincia de Orense, que sigue en situación 2 de emergencia, y donde hay activos once incendios. Además hay otros dos fuegos en Lugo y uno en Pontevedra. El siniestro más grande sigue siendo el de Chandrexa, donde se han unido varios focos que llevan arrasadas unas 17.000 hectáreas, mientras que los más nuevos se localizan en O Saviñao y Cervantes. Por precaución, se ha procedido al confinamiento de más de 20 municipios y se han llevado a cabo evacuaciones en otra decena, algunos de cuyos habitantes relatan el miedo vivido ante la evolución de las llamas.
En Castilla y León siguen activos 25 incendios a consecuencia de los cuales hay 3.200 personas desalojadas. Se trata de incendios simultáneos de extrema intensidad y con vientos erráticos que dificultan las labores de extinción. La situación más complicada se da en León donde han sido desalojadas 24 localidades con más de 1.400 vecinos afectados. En la provincia de Zamora preocupa el incendio de Porto, de nivel 2, que se ha visto afectado por una tormenta con fuertes vientos. En Salamanca, los 1.500 evacuados de El Payo han vuelto a sus casas.
En Extremadura, la evolución es preocupante en el incendio de Jarilla, que está totalmente descontrolado después de cinco días en activo. En las últimas horas, la localidad de Rebollar ha sido desalojada.
El viento ha reactivado las llamas en la localidad pacense de Jarilla, donde el fuego estuvo a punto de quedar estabilizado, aunque aún sigue fuera de control. Los bomberos no pueden actuar en el 70% de su extensión debido a la falta de accesibilidad y las condiciones que presenta. Además de la evacuación urgente de los 250 vecinos de Rebollar, se ha pedido a los clientes de un Balneario que abandonen las instalaciones. Alrededor de 25.000 hectáreas han quedado arrasadas en esta comunidad, con un perímetro de 310 kilómetros. El consejero de Presidencia, Abel Bautista, ha reclamado más medios al Gobierno central.