Una aplicación, creada por ingenieros de la Universidad de Jaén, está revolucionando el modo de leer la música.
Beatik mueve automáticamente la partitura al ritmo del músico que la interpreta.
Un equipo de once personas, la música como campo de trabajo y un primer proyecto concluido: Beatik, una aplicación que permite pasar la partitura al ritmo de la interpretación que le imprime el músico.
Entre ingenieros informáticos, de comunicación y telemáticos que han creado esta aplicación, está Lara, la músico que maqueta partituras y Antonio, que muestra el diagrama de flujos para su codificación posterior. Y el resultado es que el micrófono de la aplicación reconoce cada nota musical y la partitura se desliza según avanza la interpretación.
Permite arreglos del intérprete, cualquier recurso interpretativo y la incorporación de nuevas partituras al sistema. La presentación ante músicos de reconocido prestigio, nos dicen, ya ha sido un éxito.
Ahora, esta empresa tecnológica de Linares surgida en la Universidad de Jaén, comienza una campaña de micromercenazgo o crowdfounding. La aplicación incluye a precios muy bajos esas 1.500 partituras codificadas, 140.000 en pdf y cualquier otra que quiera incorporar un autor o editorial.