Esta enfermedad vírica ha obligado ya a sacrificar a cerca de 900 cabezas, a las que se suman ahora otras 350 en este nuevo brote localizado en una explotación de la comarca granadina de Baza
El brote de viruela ovina y caprina en Granada ha obligado a sacrificar a cerca de 900 cabezas, a las que se suman ahora otras 350 en el tercer foco de la enfermedad localizado en una explotación de la comarca de Baza
Dos de los tres focos se han localizado en Benamaurel. Su alcalde, Francisco Torregrosa, subraya el impacto social de esta ganadería extensiva, conformada por explotaciones de tamaño medio que ya arrastraban muchas dificultades por el encarecimiento de los precios. Pide indemnizaciones coherentes con los precios del mercado para compensar los daños por el sacrificio de animales y la destrucción de paja y pienso, y evitar el cierre definitivo de las explotaciones.
La ganadería extensiva es una de las bases de la economía de la comarca de Baza, una de las zonas de Granada más afectadas por la despoblación.
La viruela ovina y caprina es una enfermedad de origen vírico que se encontraba erradicada en España desde el año 1968, hasta que el pasado 19 de septiembre se identificó un foco en el municipio granadino de Benamaurel.
Anteriormente se habían detectado casos esporádicos dentro de la UE, los últimos en Grecia y Bulgaria en el año 2014. Asimismo, permanece de forma endémica en Africa (incluidos los países del norte del continente, como Marruecos, Argelia y Túnez), así como en Oriente Medio y Asia.
Se trata de una enfermedad no zoonótica, que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales ni a través de productos de estos.