Muchos deambulan por la ciudad ceutí y se pasan el día intentando saltar la valla del puerto de Ceuta para embarcarse en los bajos de un ferry o de un camión.
La policía ha reforzado la vigilancia en el puerto.
En Ceuta, las fuerzas de seguridad han estrechado la vigilancia en el puerto, donde se han producido en las últimas horas varios intentos para entrar en la estación marítima y colarse en un ferry.
Un joven ha muerto cuando trataba de saltar la valla. Mientras tanto, siguen las identificaciones de los cientos de niños que quedan en la zona.
Tras haberse estabilizado la frontera de El Tarajal y haber regresado a Marruecos alrededor de siete mil personas, según las autoridades españolas, ahora queda el problema de los menores.
Lo primero es que nadie sabe cuántos son exactamente, en los tres centros habilitados en la ciudad de Ceuta por las autoridades españolas han sido identificados alrededor de 500, pero quedan muchos en esas mismas instalaciones.
Pero aparte, están los que estos días deambulan por la ciudad ceutí, jóvenes que duermen en jardines, duermen en espigones, huyen de la policía, y se pasan el día intentando saltar la valla del puerto de Ceuta para embarcarse en los bajos de un ferry o de un camión.
En este triste juego del escondite de los menores marroquíes, el premio puede ser un viaje por el Estrecho, pero el castigo puede ir más allá de las heridas provocadas por las concertinas o las carreras cuando llega la policía, puede ser la muerte.
La última víctima murió este viernes al intentar franquear la valla y caer desde lo alto, mientras que otros dos jóvenes lo hicieron ahogados al intentar acceder a Ceuta nadando.