En Málaga organizaciones como Cruz Roja ayudan a su integración social y laboral.
Es el caso de la familia Rustamov, que acaba de abrir un taller de reparación de automóviles.
Numerosos gestos de apoyo de Andalucía al pueblo ucraniano.
La vida no está resultado fácil para los miles de exiliados ucranianos obligados por la guerra a dejar atrás su vida. Tienen que adaptarse a nuevos lugares y costumbres muy diferentes, y deben aprender a gran velocidad un nuevo idioma.
Gracias a organizaciones como Cruz Roja, muchos de los huidos de Ucrania que han recalado en Andalucía intentan emprender un nuevo camino en provincias como Málaga.
Es el caso de Viktoríia y Zaur, que tuvieron que huir de Ucrania hace 11 meses junto a sus hijos, de 11 y 14 años. Hace dos semanas han logrado abrir su taller de reparación de automóviles en Málaga. Pero su caso no es el habitual.
Zaur Rustamov es mecánico, tenía varios talleres en Ayesa, una ciudad del sur de Ucrania, y su mujer trabajaba de asistente judicial. A él le iba muy bien en su país, pero ahora tiene que empezar de nuevo. Ambos se muestran felices por la oportunidad que se le brinda en Andalucía.
La pareja ha creado una cooperativa y ha accedido a un microcrédito. La Cruz Roja les ha ayudado con todo el papeleo, a través de sus proyectos Impulsa y Asilo, como cuentan sus responsables, Berta Ramírez y Fran Robles.
La mayoría de los ucranianos solicitan trabajar en oficios como fontanería o en talleres, mientras que las mujeres se inclinan por los servicios y el sector de la belleza.
En este primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania se han sucedido los gestos de solidaridad de Andalucía con Ucrania.
Los gobiernos locales de Andalucía se han sumado a la llamada de la Federación Española de Municipios y Provincias para toda España con una concentración de 5 minutos de silencio ante las puertas de los Ayuntamientos.
Se trata de una forma simbólica de mostrar la solidaridad con las víctimas de la guerra y para reclamar la paz y la restitución de la soberanía en Ucrania.
Son gestos que se repiten por todo el mundo. De azul y amarillo, los colores de la bandera ucraniana, han lucido algunos de los monumentos más importantes de Europa para mostrar el apoyo al pueblo ucraniano.