Nuevas historias de andaluces en Tamarindo, Costa Rica

Rocío Vicente hace las maletas una vez más para ir en busca de las historias de nuestros paisanos, y ojo, que no es un viaje cualquiera. Para empezar, a Tamarindo, en la región de Guanacaste, se la conoce como "la Andalucía de Costa Rica" debido a la apertura y la simpatía de su gente. Se trata de uno de los rincones más mágicos del mundo y un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza.

Con este panorama, son muchos los paisanos que han visto en esta tierra una oportunidad de crecimiento tanto para ellos como para el propio país y  nos cuentan sus historias. Eso sí, fuese cual fuese el motivo de su llegada allí, todos nuestros andaluces por el mundo allí, coinciden en dos cosas: están muy a gusto en Costa Rica... y tienen un mismo punto de partida, una tierra que no se olvida por muchos kilómetros que haya de por medio.

Enrique Ramírez, por ejemplo, es un cordobés que llegó a Costa Rica por vez primera hace 30 años, sin trabajo, sin dinero y con muchas ilusiones puestas en su nueva aventura. Lleva 24 años allí y, aunque es andaluz de nacimiento, siente que su corazón ya es medio tico. Comenzó con una pizzería, luego empezó a exportar madera a España y a día de hoy se dedica a la compra/venta de tierras en Tamarindo. 

También hablamos con Enrique Campos, un malagueño que llegó hace 3 años a Tamarindo de la mano de su mujer y su hija persiguiendo un sueño: montar su propia empresa en el que, para él, es su pequeño lugar en el mundo. Conoció Costa Rica en un viaje, compró un terreno allí y decidió emprender una maravillosa aventura por su cuenta: la de construir casas inteligentes en Tamarindo.

La historia de Sonia Carretero es muy inspiradora. Es de Huelva y lleva 7 años en Costa Rica,  donde llegó de la mano de un novio que a día de hoy es su marido y padre de sus hijos. Ambos gestionan una empresa de diseño audiovisual al otro lado del charco en la que aprenden cada día para poder seguir adelante. 

Y conocemos  a Elia Machado, una cordobesa que se fue a Tamarindo hace 8 años en busca de un cambio de vida y que ha terminado echando raíces en el país tras montar su propia empresa. Tiene una hija allí, vive como una costarricense más y nos muestra algunas de las imágenes más impactantes de aquella tierra.