La adicción a los dispositivos móviles, especialmente entre los adolescentes, preocupa cada vez más. Padres y madres andaluces han logrado más de 5.000 pactos de familia para retrasar su entrega hasta los 16 años.
Se lo contamos en Los Reporteros.
La adicción a los dispositivos móviles, especialmente entre los adolescentes, preocupa cada vez más. Padres y madres andaluces han logrado más de 5.000 pactos de familia para retrasar su entrega hasta los 16 años. Ya han superado las 5.000 adhesiones. Este sábado han protagonizado una concentración en Sevilla.
Los efectos de las pantallas sobre la salud empiezan a dar la cara. Hace un par de meses el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley de protección de menores en entornos digitales, que comienza ahora su tramitación parlamentaria. Tras casi dos décadas de barra libre, urge parar y educar a todos en el uso de esta tecnología.
Las pantallas, en el especial las de los móviles, están casi constantemente presentes en nuestras vidas. Una tecnología muy útil pero, ¿cómo afecta a nuestra salud? ¿Sería conveniente restringir su uso por parte de los menores? En Los Reporteros lo analizamos con la ayuda de expertos, y con padres y madres que se han plantado y han unido fuerzas en un pacto de familias para prohibir que sus hijos usen los móviles antes de los 16 años.
Es el caso de Ángeles Castro, de la Asociación Adolescencia libre de móviles (ALM). También Ana Gómez, médica de familia, explica la responsabilidad de avisar de los problemas médicos, las patologías y las consecuencias que está provocando el uso abusivo de la tecnología.
La Sociedad Española de Pediatría ha tomado parte muy activamente en este problema con unas normas y consejos que se van actualizando.
Es el modo de relación con la pantalla lo que establece un vínculo más o menos saludable. Prevenir el abuso desde la primera infancia es fundamental para que las consecuencias no estallen en la adolescencia. Ana Carbonero, del servicio de Neuropediatría del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, explica que un dispositivo digital no es un juguete que debemos usar para entretenerlos o para el día a día de un niño, puesto que él tiene que aprender a relacionarse con el entorno. Cree que a menudo se olvida que una pantalla no va a ser la que haga que no llore, o la que va a permitir que coma o que duerma.
Sabemos que existe un impacto sobre el desarrollo del cerebro del niño, sobre el neurodesarrollo, recuerda. El uso de dispositivos digitales en menores de 6 años está demostrado que influye sobre las habilidades sociales, sobre la manera en que se relacionan con sus iguales; también influye en la atención, en el aprendizaje, en el desarrollo del lenguaje, en el sueño y en los hábitos alimenticios.
Además, el abuso y el uso incorrecto de las pantallas está relacionado con el aumento de la miopía entre menores, según Borja Arias, oftalmólogo del Hospital Virgen Macarena, algo que va a convertirse en un gran problema de salud global en las próximas décadas.
En febrero de 2025, más de cinco mil quinientos millones de personas en todo el mundo utilizaron Internet. Es casi el 68 % de la población mundial. De este total, más de cinco mil millones fueron usuarios de redes sociales. Son tiempos de pantalla.