En busca del objeto perdido
Los Reporteros visita las oficinas de objetos perdidos donde se acumulan objetos tan curiosos como dentaduras postizas, o valiosos como dinero en metálico. Todos tienen detrás una historia.
En este mundo vertiginoso donde todos nos movemos deprisa es fácil perder, por ejemplo, en algún medio de transporte.. un móvil, la cartera, o incluso, importantes sumas de dinero. Pero ¿sabemos dónde acudir si extraviamos algo? ¿Cómo reaccionamos ante el hallazgo de un objeto ajeno? ¿Lo devolvemos o nos cuesta hacerlo? Hoy seguimos el rastro a nuestros objetos perdidos. Un trayecto sorprendente que nos descubrirá, seguro, ese micro universo de los almacenes donde habita el olvido.
Móviles, documentación, carteras y gafas son los objetos que más se olvidan. Un paradigma del olvido es un aeropuerto. Allí se han dejado cosas como dentaduras postizas, zapatos... es sorprendente pero ha pasado. Se han dejado muletas o cochecitos de bebé.
A excepción de los aeropuertos, los transportes públicos guardan los extravíos una semana antes de entregarlos a Objetos Perdidos. Los objetos perdidos que se entregan en estas oficinas deben guardarse durante dos años.Además de un almacén con los más variopintos artículos, estas oficinas representan un curioso retrato de nuestra sociedad. Sus estanterías nos hablan de lo que poseemos, de nuestros olvidos, de nuestras vidas porque… detrás de cada objeto hay una historia personal
Como en la ficción, el misterio sobrevuela en estas oficinas. Se requiere oficio para tirar del hilo y dar con los dueños de lo que aquí se deposita. Las redes sociales facilitan cada vez más la localización de los propietarios de los objetos perdidos.
Supongamos que seamos, no quien pierde, sino quien encuentre un sobre parecido a este, con 500 euros o más. ¿Lo entregaríamos? A Estrella, una joven en paro y con un hijo con discapacidad, el destino le puso a prueba en este parque. Encontró un sobre con 490 euros, la pensión de un vecino. Y la devolvió. Gracias a su honradez, Estrella ha conseguido un trabajo, la medalla al mérito de la policía local, el reconocimiento de su barrio, el de las redes, y, ante todo, la satisfacción de actuar como lo hubieran hecho los ídolos de su gran héroe, su hijo. El pianista James Rhodes ha donado a Estrella 490 euros, la pensión que ella entregó a la policía.
