Cuatro mil personas fallecieron el pasado año en Andalucía a consecuencia de infecciones provocadas por bacterias multirresistentes. Unas infecciones que no se curan con antibióticos convencionales. La Organización Mundial de la Salud considera que la proliferación de este tipo de bacterias supone uno de los problemas de salud más graves a los que nos enfrentamos en este siglo. En Los Reporteros, hemos visitado unidades hospitalarias andaluzas dónde se trabaja en la detección rápida de estas bacterias. Unos test rápidos que pueden salvar vidas.
Las bacterias habitan en humanos, animales, plantas... en el medio ambiente. Se han hecho resistentes ante el uso y abuso de antibióticos. Mecanismo de defensa para sobrevivir y hacerse más fuertes. El 70% de las infecciones se producen en los hospitales, a pesar de la higiene, la prevención y el control. Hay bacterias típicamente hospitalarias.
Las llamadas enterobacterias habitan nuestro organismo. Algunas mutan y se hacen resistentes a todos los antibióticos disponibles en la actualidad. 133 hospitales, el 40% de camas hospitalarias de España han participado en el informe de 2023.
Las bacterias se entrenan en los hospitales donde hay muchos antibióticos, pacientes débiles, donde pueden colonizar a personal sanitario, o esconderse en un catéter. Además se comunican muy bien entre ellas. El COVID interrumpió todas las iniciativas dirigidas a luchar contra las resistencias.
Las infecciones más habituales por superbacterias son de orina, respiratorias, intestinales, las relacionadas con las cirugías, y los catéteres. Todos los hospitales afrontan brotes de bacterias multirresistentes. Y una enorme base de datos con el ADN de las propias bacterias. La resistencia a los antibióticos incrementa los costos sanitarios, prolonga las estancias hospitalarias y aumenta la mortalidad.
23.300 personas fallecieron en nuestro país el pasado año a consecuencia de infecciones producidas por bacterias multirresistentes, esto representa 20 veces más que las muertes por accidentes de tráfico. Un problema de salud pública que necesita una estrategia global.
ONE Health, Una Salud, es un enfoque global. Incide en la estrecha relación entre la salud humana, la sanidad animal, la seguridad alimentaria y el medio ambiente. Andalucía se une a ese enfoque con la estrategia ESARA. España ha reducido en casi un 70% el consumo de antibióticos en sanidad animal, según el Ministerio de Sanidad.
Dentro de la estrategia global, el PIRASOA es el plan operativo andaluz de actuación en la salud humana. La tasa de mortalidad por resistencia antibiótica supera la causada por el SIDA o la malaria. Al igual que las bacterias, virus y parásitos, los hongos se hacen resistentes. España no cuenta con la especialidad de enfermedades infecciosas que tienen la mayoría de los países desarrollados.