En "Los Reporteros" explicamos en qué consiste esta nueva modalidad de atraco con violencia que está poniendo en riesgo la salud, incluso la vida, de algunos ciudadanos.
Hablamos con afectados y salimos de patrulla para conocer el alcance de estas peligrosas agresiones.
En "Los Reporteros" hablamos de una nueva modalidad de atraco con violencia que está poniendo en riesgo la salud, incluso la vida, de algunos ciudadanos.
Se trata del "mataleón", una maniobra que provoca la asfixia de la víctima, atacándola por detrás y dejándola inconsciente para poder robarle. Hablamos con afectados y salimos de patrulla para conocer el alcance de estas peligrosas agresiones.
El mataleón parece haberse puesto de moda, sobre todo, en las zonas más turísticas de nuestra ciudades. Paco y Javier, dos víctimas de este tipo de atraco, nos han contado su pesadilla. Aseguran que es más habitual de lo que parece; solo en el centro de Sevilla dicen tener referencias de al menos media docena de víctimas en lo que va de año.
Pero hay pocas denuncias, y la mayoría de las investigaciones concluyen sin encontrar al culpable. Y no se encuentra porque el atacante suele asaltar a la víctima por detrás y no se le ve la cara en ningún momento.
Según explica el profesor Manuel Gómez, es una técnica que se realiza en cuestión de un segundo, muy rápida, de manera sorpresiva. A partir de aquí, la víctima pierde la conciencia, cae al suelo y el atracador aprovecha para desvalijarla. Las secuelas físicas pueden ser graves.
En Málaga, una cámara de seguridad de un pequeño supermercado grabó lo que pudo ser una desgracia mucho mayor. Las imágenes se hicieron virales en redes sociales.
La reacción de la valiente cajera, señalando dónde estaba el dinero, hizo que el agresor la soltara a tiempo. Posteriormente la llevó a un baño del local, y la amenazó con un cuchillo para que le dijera dónde había más dinero, pero al no conseguirlo, huyó. La policía lo detuvo cuatro días después, tras otro ataque a una mujer en plena vía pública.
Ciudades como Sevilla han recurrido a recuperar a los antiguos serenos, ahora llamados agentes cívicos, para ayudar a la tranquilidad de los vecinos.
Y la Policía Nacional acaba de crear una unidad de delitos callejeros, para hacer frente a la proliferación de estos nuevos tipos de delito.