Fosforito abre la Caja de las Letras del Instituto Cervantes

  • El cantaor dio una clase magistral sobre lo que es el cante jondo: "Una forma extrema de expresión de los sentimientos, que nos hace ser mejores"
  • Carmen Noguero, secretaria general del Cervantes: "Fosforito ha regado como pocos el árbol del flamenco"
Redacción 14 mayo 2024

La Caja de las letras del Instituto Cervantes se ha abierto para recibir el legado de Antonio Fernández Díaz, Fosforito, que ha introducido la réplica de la Llave de Oro del Cante, galardón que recibió en 2005, y un libro para popularizar el flamenco entre los más pequeños, Fosforito, un genio musical, de Álvaro de la Fuente Espejo.

Fosforito (Puente Genil, Córdoba, 1932) también ha entregado un CD con cantes diversos interpretado junto a Paco de Lucía, que contiene letras de, entre otros, el poeta Antonio Murciano, y un pequeño libreto que acompaña al CD con poemas de este último. Los objetos se han depositados en el cajetín 1090 de la antigua cámara acorazada y se abrirán dentro de 100 años por deseo del cantaor, que hoy definía al cante como «ese volcán que te explota en la garganta y le canta con el corazón dolorido».

En el acto, la secretaria general del Cervantes, Carmen Noguero, ha confesado que el Instituto tenía una deuda pendiente con el mundo del flamenco. En 2022, Carmen Linares abrió el camino, que prosiguió el pasado mes de febrero con el legado in memoriam de Enrique Morente.

Uno de los grandes letristas del flamenco

Fosforito, que se despidió en 1999 de los escenarios, agradeció al Cervantes «que esta catedral de las letras abra sus puertas a este viejo cantaor, que durante el tiempo se ha ido dejando el corazón a pedazos pregonando las esencias jondas del cante que aún vivo con la misma calentura que cuando empezaba».

Recitando a Lorca o citando a María Zambrano, el de Puente Genil ha ido desgranando qué es para él el cante: «Lo jondo no se explica sino que se expresa con el sentimiento más profundo del alma» y siguió contando que «lo jondo no solo se canta, si no que estremece, se llora y se ríe al compás, porque cantar jondo no es solo cantar flamenco correctamente, sino mirarse dentro y dejar que hablen las entrañas».

El cantaor también recordó a su gente a través de la definición del flamenco, «que transmite los sentimientos más desgarradores de un pueblo que supo construir su música, su cante, con su propio dolor y creó una cultura jonda llena de poesía, que hace que afloren las emociones, que sea imposible el olvido de nuestras propias raíces».
 
Amplísima discografía

Considerado como uno de los maestros del cante del siglo XX, Fosforito comenzó a cantar siendo muy niño, pero su gran salto se produjo en el I Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, celebrado en 1956, donde ganó todos los premios.

Durante las décadas de los años  50 y 60, Fosforito trabajó mano a mano con maestros como Pepe Pinto o Juan Valderrama; le cantó en América a Manuela Vargas y recorrió en 1964 toda la costa americana con motivo de la exposición universal junto a su guitarrista y compadre Juan Habichuela.

El cantaor es autor de sus propias letras y compositor para otros muchos cantaores, como Camarón de la Isla, que utilizó sus versos en el inicio de su carrera artística. Su discografía tiene carácter enciclopédico, pues es el cantaor con más amplio registro de su época: más de 500 obras registradas a su nombre.

Entre los premios que Fosforito ha recibido a lo largo de su carrera destacan el Premio Ondas (1988) por su larga trayectoria, el Pastora Pavón — en su primera edición de 1999¬, máximo galardón que otorga la Junta de Andalucía a los artistas flamencos¬— la V Llave de Oro del Cante (2005) o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2007).

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