La vicepresidenta del Gobierno cree que los socialistas no han transmitido en su comité "ninguna medida para regenerar democráticamente nuestro país, ninguna".
Tanto ella como el líder de IU creen, con todo que el Gobierno "merece la pena".
Los socios del Gobierno han pedido al PSOE más medidas de lucha contra la corrupción. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado que el PSOE "sigue en shock" respecto al presunto caso de corrupción que ha afectado a algunos de sus dirigentes como el último secretario de Organización, Santos Cerdán.
"Hoy ha habido dos debates en nuestro país, uno del PP y otro del PSOE: no han transmitido ninguna medida para regenerar democráticamente nuestro país, ninguna", ha sentenciado la dirigente encuadrada en las filas de Sumar.
En ese sentido, ha desgranado que el PSOE "sigue en shock", ya que, a su juicio, "no comprende lo que está pasando".
"Creo que están en estado de shock y que tienen que tomar medidas", ha reiterado Díaz para seguidamente desplazar la atención como fecha clave a la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados el próximo miércoles.
Por su parte, el coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha considerado que la continuidad del Gobierno "merece la pena", pero ha asegurado que para que eso ocurra "tienen que cambiar muchas cosas".
Maíllo se ha expresado así en declaraciones a los medios antes de participar en un acto organizado por IU Jóvenes, y preguntado por la intervención del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el Comité Federal del partido.
En su opinión, Sánchez ha hecho un discurso en clave interna hacía el partido, y por lo tanto, para IU lo importante será su comparecencia en el Congreso de los Diputados del día 9 de julio.
"Digamos que hay una nueva legislatura a partir de la semana que viene, y nosotros confiamos en que la comparecencia del día 9 sea el pistoletazo de salida de esa nueva etapa", que no solo tiene que marcar "una erradicación de prácticas corruptas", sino también, políticas de carácter social que aceleren la democratización del Estado y la resolución de los graves problemas del país, ha dicho.