La Unión Europea ha cerrado la madrugada de este sábado un acuerdo sobre el reparto de las cuotas pesqueras en aguas comunitarias.
Acuerdo agridulce en Bruselas para los pescadores andaluces. En lo positivo, se recuperan días de pesca, aunque en lo negativo no se llega a lo reclamado por el sector.
El Gobierno dice que es un éxito evidente. La Junta y los pescadores no lo ven tan claro. Van a faltar kilos de capturas -por ejemplo- para la gamba roja.
La Unión Europea ha cerrado la madrugada de este sábado un acuerdo sobre el reparto de las cuotas pesqueras en aguas comunitarias que permite mantener los días de faena de 2025 a la flota española en el Mediterráneo, 143 días, condicionado a mantener medidas de conservación medioambiental. Acuerdo agridulce en Bruselas para los pescadores andaluces. En lo positivo, se recuperan días de pesca, aunque en lo negativo no se llega a lo reclamado por el sector. El Gobierno dice que es un éxito evidente. La Junta y los pescadores no lo ven tan claro. Van a faltar kilos de capturas -por ejemplo- para la gamba roja.
Bruselas pedía un recorte del 65% de los días de faena, hasta apenas 9,7 días, con la posibilidad de recuperar un nivel de actividad similar al de 2024 -unos 130 días- si se abordan nuevas medidas de compensación, que tanto el Gobierno como el sector veían con cierto recelo. Aparte de las puertas voladoras y el cambio de mallas aplicadas durante el presente año, Bruselas puso sobre la mesa vedas a la pesca de arrastre de gamba roja en aguas a profundidades inferiores a 600 metros. También un veto a la pesca de arrastre a profundidades inferiores a 800 metros. Finalmente el bloque europeo decidió extender al año que viene los límites de captura de 2025 para la gamba roja en aguas españolas y francesas, haciendo lo propio con otras especies similares de aguas italianas.
MISMA CUOTA DE MERLUZA Y RECORTES EN LENGUADO Y ABADEJO
En el caso del Atlántico, España ha conseguido aliviar el recorte planteado inicialmente por la Comisión Europea en especies como el lenguado del Cantábrico, del 28% propuesto al 9% final, mientras que el lenguado del golfo de Vizcaya se reducirá un 1%. Mismo escenario presenta el abadejo que sufre un recorte, aunque menor del propuesto por Bruselas; de la reducción inicial del 26% se ha terminando pactando una caída del 13%.
Respecto a la merluza, la especie más emblemática y preciada de los caladeros ibéricos, España mantiene la cuota para el próximo año por lo que sus buques podrán acceder a 17.445 toneladas de esta especie, una cifra que Planas calificó de "magnífica" a su llegada a la reunión. Aparte, la anchoa del Cantábrico experimenta una subida de casi el 8%, mientras que los buques que faenan el Golfo de Cádiz podrán capturar un 60% más de anchoa que en el presente año.
En el caso del rape se ha pactado un descenso del 2% de las capturas, mientras que la cuota del gallo sube un 11%. Para el jurel en aguas ibéricas la pesca se someterá a ligeros ajustes, ha explicado Planas en rueda de prensa desde Bruselas para valorar el resultado de las negociaciones sobre las cuotas pesqueras.
MALAS NOTICIAS EN CABALLA, BACALADILLA Y CIGALA
En el lado opuesto está la caballa, especie a la espera de acuerdos de reparto con estados costeros como Islandia o Noruega. La UE, siguiendo el consejo científico, pactó límites de captura provisionales para los primeros seis meses de 2026, del -70 %, mientras se logra un acuerdo. La cuota provisional entre febrero y marzo para la flota española será del 90% del total del reparto. En la misma línea, la captura de bacaladilla se verá reducida el próximo año un 41%, con 59.321 toneladas totales máximas de esta especie.
Otra mala noticia es la cuota de la cigala del golfo de Cádiz, especie que se verá sometida a una reducción significativa de casi el 50%. El propio Planas ha lamentado no lograr revertir este tijeretazo: "hemos conseguido notables éxitos, pero también a veces nos queda alguna espina".