Las acusaciones piden cuatro años de prisión para Álvaro García Ortiz por la filtración de datos confidenciales de González Amador y lo vinculan con una estrategia política. La defensa niega que haya absolutamente ninguna prueba: "El fiscal general es inocente".
García Ortiz, que afronta peticiones de entre 3 y 6 años de cárcel y hasta 12 de inhabilitación, ha rechazado hacer uso del turno de última palabra, y el juicio ha quedado visto para una sentencia que se espera para finales de año.
Tras seis sesiones en el Tribunal Supremo, este jueves ha terminado el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta revelación de secretos contra el empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso. Termina con la confrontación de los informes de la acusación y la defensa. El juicio queda visto para sentencia, que se espera para finales de año.
El abogado de Alberto González Amador, Gabriel Rodríguez-Ramos, pone el foco en el daño a los derechos de la pareja de la presidenta madrileña, con la filtración de información confidencial que habría partido de la Fiscalía General del Estado. Y ve un fin político que culminó con la difusión de una nota de prensa, algo que considera en sí mismo una actuación ilícita. Las acusaciones cargan también contra la credibilidad de los periodistas por no revelar sus fuentes. Siembran la duda en esos testimonios que apoyan las tesis de la defensa de García Ortiz.
El abogado de Alberto González Amador ha vinculado el comunicado de la Fiscalía sobre la propuesta de pacto en la que admitió dos delitos con el "relato político" que ha llevado a "rivales" de la presidenta madrileña, entre los que ha citado al jefe del Ejecutivo, a llamarle "delincuente confeso". Una especie de estrategia común que ha dibujado el letrado Gabriel Rodríguez-Ramos en su turno de informe en el Tribunal Supremo para sustentar su petición de condena de 4 años de cárcel, 3 de suspensión de empleo público y el pago de 300.000 euros de indemnización para el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de secretos.
Para el empresario Alberto González Amador, principal acusación de este juicio, no hay duda de que García Ortiz "filtró" a la Cadena Ser el correo en el que su abogado proponía un pacto al fiscal que le investigaba y admitía dos delitos contra Hacienda. Algo que, ha subrayado su abogado, formaba parte de una "estrategia" que consistía en, una vez publicado ese correo, incluir su contenido en un comunicado de la Fiscalía que -ha reiterado- supuso un "relato institucional de confesión y culpabilidad" en su contra.
La fiscal, Ángeles Sánchez Conde, pide su absolución y argumenta que la nota de prensa era legítima porque todo el contenido ya era público cuando se difundió y que no hubo motivación política. El juicio por revelación de secretos, el primero a un Fiscal general del Estado, queda visto para sentencia.
La defensa del fiscal general del Estado ha asegurado este jueves que "no hay absolutamente ni una prueba" de que Álvaro García Ortiz filtrase u ordenase filtrar el correo con la admisión de dos delitos contra Hacienda de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, "porque no puede haberla". "El señor fiscal general del Estado es inocente de todo lo que se está diciendo aquí", ha asegurado el abogado del Estado José Ignacio Ocio al cerrar el informe final con el que fundamenta ante el Tribunal Supremo su petición de absolución del fiscal general del Estado de presunta revelación de secretos.
Tras su intervención, Álvaro García Ortiz, que afronta peticiones de entre 3 y 6 años de cárcel y hasta 12 de inhabilitación, ha rechazado hacer uso del turno de última palabra, y el juicio ha quedado visto para sentencia.
Durante su informe, la defensa ha rechazado que haya "base probatoria" en unos hechos que, además, no son delito, porque el supuesto secreto que le acusan de revelar -el correo en el que el abogado de Alberto González Amador, pareja de Díaz Ayuso, admitía en su nombre dos delitos en busca de un pacto- ya era conocido.
La defensa de García Ortiz ha subrayado la "verosimilitud" del relato de seis periodistas que afirmaron conocer o bien dicho correo o bien la existencia de una oferta de conformidad por parte del abogado de González Amador, que conllevaba reconocer los delitos. Y ha recordado que el propio González Amador filtró al jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, uno de los correos y le autorizó a divulgarlo a la prensa. Esa, ha dicho, es la única filtración "acreditada en la causa".