En la sesión de mañana del juicio contra García Ortiz, lo agentes han confirmado que borró su teléfono y su cuenta de correo personal.
Apuntan al fiscal general: "Tenía un dominio a todos los niveles".
Por la tarde, declara el fiscal.
Los agentes que han redactado los informes en los que atribuyen a García Ortiz un papel "preminente" en la filtración de información confidencial de Alberto González Amador aseguran que no han podido acceder a sus mensajes de esa fecha porque fueron borrados de su cuenta de correo personal y del móvil que usó el día que fue encausado.
La guardia civil ha accedido a las conversaciones porque la fiscal provincial de Madrid las conservaba en sus dispositivos. García Ortiz cambió de móvil una semana después de abrirle la investigación y ese es el contenido que se intervino en el registro de su despacho.
Los agentes se llevaron una copia total de lo que contenía ese terminal y sus correos, a pesar de que el juez solo autorizaba recopilar información a partir del 8 de marzo. Algo que la defensa considera desproporcionado, en su intento de que se anule el registro y destaca la colaboración con la investigación.
En cuanto a la noche de la filtración, las acusaciones sostienen que recabó los correos del abogado de González Amador para filtrarlos, mientras la defensa argumenta que era para elaborar una nota de prensa y que hasta 16 personas tenían acceso a la cuenta a la que se envió esa información.