Implica la expulsión al sur de la Franja de sus habitantes, alrededor de un millón de personas.
A la vez ha ordenado iniciar negociaciones para una nueva tregua con Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ratificado el plan militar para ocupar la Ciudad de Gaza. Este incluye la expulsión al sur de la Franja de sus habitantes, alrededor de un millón de personas. Y en lo que se interpreta como un intento de acallar las críticas, también ha ordenado iniciar de nuevo negociaciones para una tregua con Hamás.
Israel acelera los preparativos para la gran operación bélica prevista. El ejército ataca ya algunos barrios periféricos y prepara la evacuación forzosa del millón de habitantes que se concentra en la ciudad, uno de los pocos lugares de la Franja donde aún quedan edificios en pie.
El objetivo es que la población se desplace hacia los campos de refugiados en el sur del territorio. La ONU denuncia que los habitantes que se hacinan en la ciudad están demasiado débiles para moverse, que los campos ya están saturados y que un asalto a la ciudad causaría una enorme destrucción y muerte.
Pero el ejército israelí ha pedido este jueves a los médicos y personal de ONG que trabajan en Gaza que se trasladen al sur para recibir a los civiles expulsados.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha vuelto a pedir un alto el fuego inminente en Gaza.
Netanyahu, que hasta ahora no se había pronunciado sobre la propuesta de tregua que tiene sobre la mesa y que ya ha aceptado Hamás, acaba de ordenar a su equipo que inicie de nuevo negociaciones con el grupo islamista "para la liberación de todos los rehenes y el fin de la guerra en términos aceptables para Israel”.