Tras haber llamado a filas a los primeros 60.000 reservistas y mientras sigue sin dar una respuesta al último plan de paz aprobado por Hamás.
Israel mató a 70 palestinos el miércoles, 18 de ellos mientras intentaban conseguir comida.
Israel intensifica su ofensiva ante la inminente operación militar para tomar la ciudad de Gaza. Se ha movilizado a 60.000 reservistas del ejército. Los efectivos ya están a las puertas de una ciudad donde viven más de un millón de personas, que ya sufren bombardeos y hambruna desde hace meses.
En las últimas 24 horas han resultado muertos 72 palestinos, 18 de ellos mientras intentaban conseguir comida.
Mientras, el gobierno israelí sigue sin dar una respuesta al último plan de paz aprobado por Hamás, entre una oleada creciente de críticas internacionales.
Antonio Guterres, secretario general Naciones Unidas, ha rogado una vez más que se pare lo que denuncia como un genocidio, que ha dejado más de 62.000 palestinos muertos, 19.000 de ellos niños, que si no han muerto en un bombardeo, lo han hecho por inanición.
Por su parte, el embajador de Palestina en la ONU no ha podido contener las lágrimas ante la inminente invasión de la mayor ciudad de la Franja de Gaza. Familias enteras van a tener que huir con lo puesto, sabiendo que ya no hay ningún rincón seguro dentro del territorio. Muchas personas son refugiados que llevan huyendo meses de un lugar a otro.
Al menos 70 gazatíes murieron el miércoles por los ataques israelíes en la Franja, según el informe de este jueves del Ministerio de Sanidad del enclave, que especificó que 18 de las víctimas perdieron la vida mientras buscaban ayuda humanitaria.
Además, 356 personas llegaron heridas el miércoles a los hospitales de la Franja de Gaza, 117 de ellas alcanzadas por disparos mientras trataban de recibir comida en los puntos de reparto de la polémica Fundación Humanitaria para Gaza (GHF por sus siglas en inglés) o en los cruces por donde pasan los pocos camiones de la ONU y otras organizaciones que llegan al enclave.
En total, al menos 62.192 gazatíes han muerto y 157.114 han resultado heridos desde el comienzo de la ofensiva israelí, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, una ofensiva que sigue escalando con nuevos movimientos como la inminente invasión de la ciudad de Gaza.
Al menos 2.036 del total de fallecidos y más de 15.064 de los heridos fueron atacados mientras buscaban comida en el desabastecido enclave, según los cálculos del Ministerio de Sanidad de Gaza, que está controlado por el Gobierno de Hamás.
El Ministerio, que recuerda que "varias víctimas" permanecen aún bajo los escombros y en las calles, también contabilizó el miércoles dos muertes por inanición y desnutrición, lo que eleva el número total de fallecidos por la hambruna a 271, incluidos 112 niños, desde el comienzo de la guerra.
La limitada entrada de alimento, debido al bloqueo israelí, agrava aún más la situación de una población de 2,1 millones de personas al borde de la hambruna, como denuncian de forma reiterada organizaciones humanitarias que ya califican la actual campaña bélica de genocidio.