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Muere Benedicto XVI, el papa que conmocionó a la Iglesia al renunciar al pontificado

Ratzinger tenía 95 años y su estado de salud se había agravado en los últimos meses.

En 2012 pidió perdón tras divulgarse un informe sobre abusos sexuales de los que habría tenido conocimiento.

CANAL SUR MEDIA 31 diciembre 2022

El Vaticano ha confirmado la muerte del papa emérito pocos días después de que su sucesor, el papa Francisco, pidiese una oración especial por él. Está muy enfermo y pidiendo al Señor que lo consuele y lo apoye en que este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final, había dicho Francisco al final de su audiencia general de cada miércoles, en unas palabras que generaron alarma sobre la salud del emérito.

Después de las palabras de Bergoglio, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que en las últimas horas se había verificado un agravamiento debido a su avanzada edad, añadiendo que la situación estaba bajo control, seguida atentamente por sus médicos. Tras la audiencia, Bergoglio acudió a visitarle por última vez.

Nació en Markl (Baviera), el 16 de abril de 1927. Era el menor de tres hermanos. Se ordenó sacerdote el mismo día que su hermano Georg, en abril de 1951 en Munich. Fue nombrado arzobispo de Munich y Freising por Pablo VI en 1977 y poco después fue creado cardenal.

Tres años después, Juan Pablo II lo ascendió a prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y cuando murió el papa polaco todo el mundo apuntaba a él como su sucesor pese a su avanzada edad, cuando tenía 78 años. Fue elegido Pontífice en abril del 2005.

Cuando murió Juan Pablo II y fue elegido en abril del 2005 tuvo que lidiar con la tormenta de casos de abusos sexuales que acechaban a la Iglesia. Allí Ratzinger admitió los pecados, pidió perdón a las víctimas y castigó a los Legionarios de Cristo.

En la tarde del viernes y pese a la gravedad de sus condiciones, el papa emérito, Benedicto XVI pudo participar en la celebración de una misa en su propia habitación del convento Mater Ecclesiae, en el que residía en el interior del Vaticano.

Sin embargo, hacía mucho tiempo que se sabía que las condiciones de Benedicto eran frágiles, y su voz era cada vez más imperceptible.

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