Denuncian una guerra ilegal que pone en peligro la vida de los rehenes israelíes que siguen en manos de Hamas y que perpetúa el asesinato y la hambruna de la población palestina.
Israel se prepara para intensificar sus ataques contra la ciudad de Gaza, mientras las tropas comienzan su anunciada incursión en la capital de la Franja, después de llamar a filas a miles de soldados reservistas.
Este martes debían incorporarse 60.000 de estos reservistas a sus bases para iniciar el despliegue militar terrestre, pero más de 3.000 han anunciado que no lo harán. Denuncian una guerra ilegal que pone en peligro la vida de los rehenes israelíes que siguen en manos de Hamas y que perpetúa el asesinato y la hambruna de la población palestina.
Cientos de ellos se congregaron este martes en Tel Aviv para anunciar que no seguirán combatiendo en la que consideran una "guerra ilegal" que su gobierno está librando contra la Franja de Gaza, y que tampoco acudirán a puestos de vigilancia cerca del enclave palestino o del Líbano.
"Somos más de 365 (reservistas) y seguimos sumando. Soldados que sirvieron durante la guerra y han declarado que no nos presentaremos al servicio cuando nos llamen de nuevo", dijo el sargento Max Kresch, médico de combate que ha servido en el Líbano y su divisoria, en un discurso en inglés.
"Nos negamos a participar en la guerra ilegal de (Benjamín) Netanyahu, y lo consideramos un deber patriótico. Negarnos y exigir responsabilidades a nuestros líderes. Somo los mismos reservistas y soldados que lo dejaron todo el 7 de octubre (...), es precisamente ese sentido del deber el que nos impulsa a negarnos y a alzar la voz", añadió.
Este acto de protesta se produce cuando el ejército espera que unos 60.000 reservistas acudan de nuevo a sus bases militares, tras haber sido llamados a filas de cara a la próxima ofensiva terrestre y ocupación de la ciudad de Gaza, ya bajo constantes bombardeos israelíes y órdenes de evacuación forzosas.
Como Kresch, otros de los soldados presentes también denunciaron que el Gobierno israelí está matando y privando deliberadamente de alimento a la población civil palestina, y que al hacerlo no solo está "causando estragos en el tejido social del país", sino poniendo en peligro a los judíos en todo el mundo.
Además, los militares acusaron al mandatario de haber boicoteado diferentes acuerdos de tregua con Hamás que habrían liberado a los rehenes que siguen en el enclave (se estima que 20 siguen vivos), y aseguraron que otra ofensiva militar solo les pondrá "innecesariamente" en peligro.