El abismo entre el precio en origen y el precio para el consumidor se debe a múltiples intermediarios.
Muchos agricultores creen que muchos intermediarios son simples especuladores.
La creciente batalla entre muchos agricultores y las cadenas de distribución no es tan grave para algunos, los que tienen claro que lo mejor es prescindir en lo posible de intermediarios. De este modo sus productos van a llegar al consumidor con menos recargos y los precios pueden equilibrarse mejor, al ajustar oferta y demanda e incluso al trabajar directamente con el cliente.
Eso sí, sus márgenes de beneficio no son altos, porque se tienen que hacer cargo del transporte, los controles y el envasado.
Pero con ellos al menos mantienen las instalaciones y dan trabajo a las personas de la cooperativa.
Es la economía de proximidad, mercados que acercan al productor y al consumidor: una tendencia en alza en todo el mundo desarrollado, y en la que nuevas apuestas empresariales comienzan a aflorar como respuesta a la situación de crisis de muchos agricultores.