Los aficionados reciben a los jugadores de Unicaja. Ibon Navarro se convierte en el técnico más laureado del club.
Cánticos y aplausos en el aeropuerto pasadas las 4 de la madrugada.
El Unicaja festejó en la tarde de este lunes delante de miles de aficionados la conquista de su tercera Copa del Rey de baloncesto, y noveno título en su historia, en una ruta en autobús por las calles del centro de Málaga, con paradas en la sede del banco que patrocina al club y en el Ayuntamiento de la capital. La primera fiesta llegó nada más aterrizar en el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, donde alrededor de doscientos hinchas cajistas esperaron hasta las 4.30 de la madrugada del lunes para recibir por todo lo alto a los protagonistas y al trofeo copero, que llegó en manos del capitán Alberto Díaz.
Pero la gran celebración estaba fijada para la tarde, soleada y amena, en una Málaga teñida de verde y morado. Era la cuarta vez que ocurría en los últimos dos años: cuatro rúas para celebrar las dos Copas del Rey, la Liga de Campeones (BCL), la Supercopa de España y la Copa Intercontinental, estas dos últimas de una tacada. Ya hubo una congregación de cientos de aficionados en la entrada del complejo deportivo de Los Guindos, sede de la cantera del Unicaja, desde donde los autobuses -uno para prensa y familiares, otro para los jugadores y cuerpo técnico- emprendieron su itinerario en dirección al centro histórico.
La primera parada fue en la sede del banco Unicaja, cerca de la céntrica Plaza de la Marina. Allí esperaba una gran cantidad de aficionados reunidos en torno al pequeño balcón por donde mostraron el trofeo y saludaron a los jugadores, muchos de ellos cumpliendo el sueño de los más pequeños.
La siguiente cita fue la visita institucional al Ayuntamiento de Málaga, con el alcalde, Francisco de la Torre, haciendo entrega de unos obsequios a los campeones. El ganador del premio a mejor jugador del torneo, Kendrick Perry, fue de los más aclamados junto al técnico del equipo, Ibon Navarro. Todos los jugadores y el propio entrenador fueron pasando, uno a uno y micro en mano, por el balcón del Consistorio para agradecer el cariño de la gente, mientras la ola de aficionados cantaba el himno del club y pedía a su equipo el siguiente deseo en voz alta: “¡A por la liga, oé!”.
A diferencia de los últimos itinerarios, el Unicaja no acudió a la Basílica de la Victoria para la ofrenda del título a la patrona, debido a que su imagen titular se encuentra en estos días de peregrinaciones. El Unicaja se proclamó el domingo campeón de la Copa del Rey en Gran Canaria tras superar al Real Madrid en la final, a la que había accedido tras ganar el pasado jueves en cuartos al Joventut y el sábado en semifinales al Tenerife.