El cordobés de La Rambla paró el crono en 1 minuto, 3 segundos y 513 milésimas para colgarse, a sus 32 años, el séptimo oro mundial de su carrera
No tenía nada que demostrar porque su palmarés ya lo hace por él. Y no necesitaba ganar el oro en Río porque en su vitrina ya hay media docena de medallas de ese metal. Pero Alfonso Cabello ha vuelto a dejar claro, en los Mundiales de Río, que
es un ganador nato.
Y que una vez derrotado el covid persistente que sufrió los dos últimos años, no hay nadie mejor en su prueba, el kilómetro contra reloj.
El cordobés de La Rambla paró el crono en 1 minuto, 3 segundos y 513 milésimas para colgarse, a sus 32 años, el séptimo oro mundial de su carrera. Un orgullo para Andalucía, un ejemplo para España y un referente para todo el mundo.