Visto para sentencia el juicio de la cooperativa La Unión de Úbeda

Después de cuatro días, ha concluido el juicio a los dos únicos acusados por la descapitalización e insolvencia en el que quedó la cooperativa La Unión de Úbeda, después de años de una nefasta gestión, como han reconocido todas las partes, desde el fiscal a todos los abogados presentes, incluidas las defensas. De otro modo, no se entendería una deuda de 46 millones de euros acumulados poco a poco durante años.

Otra cosa es la responsabilidad y el grado de implicación directa de los acusados y los posibles delitos que se derivan de ella. Las defensas han asegurado que no se ha demostrado que el auditor y el contable se llevaran dinero de la cooperativa y, aunque no estaban procesados, han vuelto a insistir en el conocimiento que el consejo rector y otros tendrían de la situación.

Para las acusaciones, la responsabilidad de los procesados es clara. Sostienen que crearon y mantuvieron durante años una gestión, calificada de "monstruosa", con el fin de conseguir un constante enriquecimiento ilícito. Para lograrlo, se establecieron tres patas: el contable, que entró como auxiliar administrativo en 1991, y actuaba como director y brazo ejecutor del presidente; el auditor, durante años, acreditaba las cuentas y daba seguridad para captar más socios y ahorradores; y el máximo responsable, ya fallecido, se beneficiaba de un estructura que utilizaba a la sección de crédito como eje de una estafa piramidal.

El fiscal ha rebajado su petición de condena de nueve a cinco años al subsumir el delito de administración desleal en los de apropiación indebida y falseamiento de cuentas. Y el resto de las acusaciones han añadido los delitos de falsedad en documento privado, el societario e, incluso, la estafa. Hablan de anticipos de campaña que no se devolvían, créditos sin control, intereses por encima de la media del mercado, sociedades pantalla para esconder la deuda real...  

Mientras, las defensas advertían de que la deuda es real, pero también la inversión y la renovación al completo de toda la fábrica durante esos años. El juicio ha quedado visto para sentencia.