hoy en día
hoy en día

Las secuelas de la covid: 'Estaba lleno de tubos y me iba a volver loco'

Tiene 47 años, 20 días en coma inducido, y casi seis meses después de recibir el alta, nos cuenta en 'Despierta Andalucía' cómo es ser superviviente de la covid-19, sus secuelas y qué es lo único positivo que le ha dado esta enfermedad

CANAL SUR MEDIA 30 octubre 2020

Claudio es paciente de la covid-19 y ha estado este viernes en directo en el programa 'Despierta Andalucía' para contarnos su experiencia con este virus, un virus que lo cogió de lleno y lo dejó "como si me hubiera atropellado un camión". 

Es de la localidad sevillana de Almensilla y tiene 47 años. Estuvo 35 días ingresado en la UCI de los cuales 20 en coma inducido  y 15 días en planta. Recibió el alta el 2 de mayo. Han pasado desde entonces casi seis meses.

Ahora, dice, que se encuentra bien y que ha recuperado movilidad pero que no está al 100%. " Me falló todo menos el corazón".

El virus que casi acaba con él le ha dejado importantes secuelas. El brazo izquierdo que tuvo varios microtrombos le produce calambres y le ha dejado los dedos sin fuerza. En el interior, sus riñones están al 60%,el pulmón derecho está al 90% y el izquierdo al 30%. No sabe qué capacidad respiratoria va a recuperar. 

Va a fisioterapia todos los días porque perdió también el equilibrio. Tuvo que volver a aprender a conducir.

Secuelas que no le acobardan: "Sigo apostando por mi vida", una vida con un capítulo que intenta dejar atrás. Recuerda el momento en el que ya despierto del coma, con una traqueotomía, una sonda gástrica, etc... pensó que se iba a volver loco: "cuando me vi lleno de tubos en todos los sitios, me iba a volver loco". 

Cuenta que su situación fue tan grave que decidieron amputarle el brazo que había sufrido microtrombos y que cuando llegó la hora  el responsable de la amputación valoró que no tenía sentido porque "el paciente estaba muerto". Decidieron, entonces, no hacerlo . Gracias a ello, hoy en día, mantiene su brazo. 

Claudio recuerda que la covid-19 no entiende de edades, que su compañera de UCI, una chica alemana tenía 21 años y otra, más joven aún, murió. "Nos afecta a todos, a los jóvenes, a los mayores, a los que estamos sanos".

Su testimonio recuerda con especial emoción y cariño al personal sanitario. " No sabía que había tantas buenas personas a mi lado", personas que le animaron, le cantaron, le bailaron.  "Fue lo positivo de esta experiencia", concluye.

 

ES NOTICIA