La policía analiza el móvil de la menor, por si el acoso sufrido se hubiera producido también en las redes sociales.
Hasta en dos ocasiones la madre de Sandra había advertido al centro educativo de lo que estaba ocurriendo. Eran tres las acosadoras de su hija, una situación que venía de lejos y para lo que el colegio solo decidió separarlas de clase.
No se activaron ninguno de los dos protocolos pertinentes, ni el de acoso escolar ni el de prevención de conductas autolesivas. El centro no se puso en contacto ni con los padres de las presuntas agresoras ni con los de la víctima.
Este viernes se ha recordado a la chica a las puertas de su casa, donde han sido muchos los que han querido rendirle homenaje en presencia de los padres y su hermano.
La Fiscalía de Sevilla ya investiga el caso de Sandra Peña, la niña que se suicidó en Sevilla tras salir del colegio las Irlandesas Loreto. Además, la policía analiza el móvil de la menor, por si el acoso sufrido se hubiera producido también en las redes sociales. Este viernes se ha recordado a la chica a las puertas de su casa, donde han sido muchos los que han querido rendirle homenaje.

Hasta en dos ocasiones la madre de Sandra había advertido al centro educativo de lo que estaba ocurriendo. Eran tres las presuntas acosadoras de su hija, una situación que venía de lejos y para lo que el colegio decidió separarlas de clase. No se activaron ninguno de los dos protocolos pertinentes, ni el de acoso escolar ni el de prevención de conductas autolesivas. El centro no se puso en contacto ni con los padres de las presuntas agresoras ni con los de la víctima. La familia de Sandra espera que se depuren responsabilidades y que no vuelvan a repetirse casos como éste, donde la responsabilidad es de todos.
El fiscal del caso tomará declaración como investigados a los menores que hayan podido tener una posible conducta de acoso siempre y cuando tengan más de 14 años, si no serán inimputables y se archivaría el asunto de forma penal. El protocolo del fiscal también establece que el centro educativo debe elaborar un informe por parte del profesorado, equipo directivo y personal psicoeducativo sobre las circunstancias del posible acoso que haya vivido la víctima. Es probable que también se citen a testigos, alumnos y los padres de la víctima. No existe un delito especifico y concreto de acoso escolar en el Código Penal, conocido como bullying o mobbing.
Las penas en su grado mínimo para los menores que comentan estos delitos y que tengan entre 14 y 18 años comienzan con 6 meses de libertad vigilada o 6 meses de trabajos socioeducativos. Después las penas pueden subir dependiendo del caso hasta incluso el ingreso en un centro de reforma.
La familia de Sandra Peña ha anunciado este viernes que emprenderá "todas las medidas legales necesarias" ante la inacción del centro escolar Irlandesas Loreto, en el que se encontraba escolarizada la menor. Acusan al centro de no actuar frente a las denuncias de acoso escolar presentadas previamente. Según ha explicado el tío de la menor, Isaac Villar, en declaraciones a medios, la madre había presentado dos avisos formales al centro, acompañados de informes psicológicos, sin que se recibiera "ninguna respuesta" ni se activaran protocolos adecuados para proteger a la alumna. "No hemos tenido ninguna respuesta por parte del centro escolar y nada, es una impotencia enorme, porque no sabemos si, si se hubiera hecho algo, pues no estaríamos aquí", ha lamentado Villar.
Ambas denuncias se realizaron por escrito y estuvieron acompañadas de un informe psicológico, ya que la menor estaba recibiendo ayuda profesional, pero según la familia, "no se ha tomado ninguna medida por parte del centro, ni se han puesto en contacto con la familia". "La única medida que hay, más que medida, fue una petición que realizó mi hermana al centro, que fue que cuando iniciara el curso no coincidieran en la misma aula. Es lo que han hecho, que no coincidieran en la misma aula. Y dio igual porque seguían repitiéndose ese acoso", ha expresado Villar.
Tal y como ha enmarcado el tío de la menor, el acoso comenzó hace aproximadamente un año y afectaba especialmente a la menor en los meses previos al verano, momento en que decidió recibir ayuda psicológica. Según Villar, se trataba de un grupo de tres personas, aunque no ha querido trascender más en el número de implicados, que hacían su vida imposible, y aunque no coincidieran en el aula por petición de la familia, el acoso continuaba en el patio y en los pasillos, así como en algunas clases que compartían.
Por último, Villar ha indicado que la policía estuvo presente el día en que ocurrió el suceso y que ha iniciado una investigación, que se mantiene abierta. "La policía estuvo aquí el día que ocurrió todo y bueno, han iniciado una investigación y de momento tienen la investigación abierta y ya está, estamos a la espera", han concluido.
Pese al cambio de aula, el presunto acoso continuó porque seguían coincidiendo en el patio, en los pasillos y en alguna clase en común, ha detallado. "Ojalá esto sirva para que todos tomemos conciencia de lo que está ocurriendo y que no se vuelva a ver a nadie más en lo mismo", ha deseado el tío de la joven. "Una niña alegre, siempre con una sonrisa y del Betis". Villar ha descrito a su sobrina como una niña "alegre", que solía ir siempre "con una sonrisa en la cara y un abrazo", y que tenía muy en mente ese fútbol que tanto le apasionaba y a su Betis. Emocionado, ha concluido que la adolescente era "maravillosa", y que nadie que no supiera por lo que estaba pasando, podría imaginárselo porque iba siempre feliz.
De hecho, la rabia y la impotencia se respiraban este viernes en los alrededores del centro escolar de la joven, Irlandesas de Loreto, a unos pocos pasos del edificio en el que residía y desde cuya azotea se lanzó el martes. También una serie de pintadas en la fachada del colegio muestran el enfado de la comunidad, con mensajes en los que se puede leer "cómplices", "asesinos" o "siempre estarás en nuestros corazones, Sandra". Durante la concentración celebrada ante la vivienda de la menor, en memoria de la fallecida y en protesta por el acoso escolar, algunos familiares de alumnos del centro denunciaron otros casos de acoso, que según ellos fueron gestionados de manera deficiente.
